A partir de noviembre, la vida de muchos políticos cambiará radicalmente y no porque sean radicales o peronistas sino porque van a dejar de calentar bancas.

Se cumplen sus períodos, de cuatro años en la mayoría de los casos, de dos años en el caso de los concejales y de seis en los senadores nacionales y no fueron elegidos para renovar banca, por lo que podríamos decir que se vuelven a sus casas. O a sus antiguos trabajos para continuar una vida de «civil», como la de cualquiera de nosotros. Aunque eso es un decir, porque normalmente, no pasa. El legislador deja de serlo y pasa a ser funcionario del gobierno provincial, nacional o municipal de turno, de acuerdo a la afinidad política que tenga. Aunque también dicha afinidad en algunos casos sea por el vil metal, o como dice en el bar «la tarasca».

En Salta, en la actualidad hay un abanico de posibilidades para estos «casi» desempleados. Por un lado, tenemos un gobierno nacional kirchnerista/peronista. Por el lado contrario, tenemos un gobierno municipal Romerista/Macrista, que puede contener al sector contrario. Y en el medio, abriendo los brazos a todos los que se quieran acercar, tenemos un gobierno provincial Saencista/Peronista/Macrista/casi Urtubeicista que pretende ser el «desarmador de la grieta». Lugar hay para todos, o para casi todos porque la izquierda queda colgada siempre. Y ahí entendemos por qué son siempre los mismos candidatos. Claudio Del Plá y Cristina Foffani, ya no tienen lugar en ninguna escuela para dar clases y no van a empezar a buscarla justo en los años previos a jubilarse.

Hay otros legisladores que son elegidos, por no ser políticos, por ser caras nuevas, porque son populares o son exitosos en lo que hacen en sus vidas privadas, pero pasan por el cargo sin pena ni gloria. A algunos ni se les conoce la voz. Tampoco se sabe que tan productiva fue su labor legislativa porque casi fue secreta, ultra secreta. Esos ni siquiera buscan volver. Toman el cargo como una beca y aprovechan los cuatro años de poder para abrirse puertas, acomodarse bien y después seguir con sus vidas tranquilamente. En ese ítem podemos encuadrar a Alcira Figueroa, reemplazo de Juan Ameri, reemplazo del multicandidato de 2019, Sergio «Oso» Leavy. Esta licenciada en antropología que en los últimos tiempos se ha dedicado a la investigación del Holoceno y el sexto cambio planetario de destrucción de Flor y Fauna. Entró aprovechando el poco feliz episodio que sacó a «Chupa Chichi» Ameri de carrera, pero nunca más se supo de ella.  Paso a ser una levantadora de mano del oficialismo y nada más.

Pero los que nos preocupan son esos que toman la política como una profesión y pasan años y años sin dedicarse a otra cosa. Algunos cuentan con una profesión, pero ya no recuerdan el domicilio de su estudio o ya no lo tienen. Son de esos que la juegan a oficialistas siempre, ellos no tienen la culpa de que los gobiernos cambien. Son de esos que primero dicen «no, yo no voy a ser candidato» y a la semana dicen «si el pueblo me lo pide…», “ si mi nombre sirve para la unidad…”. Por ahí no le embocan con la fuerza política del momento, porque piensan que el oficialismo continúa, pero siempre tiene dos años de ventaja para poder cambiar al “nuevo” oficialismo. Es notorio cuando eso pasa, porque se lo empieza a escuchar decir «está haciendo las cosas bien el gobierno (o el gobernador del momento)», esa es la señal de que se está cruzando de vereda, sutilmente. Hablamos de Manuel Santiago «Indio» Godoy, Juez de Instrucción Formal 1984-1985, secretario de Gobierno (López Arias ministro) 1985 – 1986, Asesor del IPSS 1986 – 1994, Coordinador Regional de Relaciones Institucionales del Ministerio de la Producción (Kiko Oviedo ministro) 1995- 1999. Desde ese momento y hasta hoy es diputado provincial, 22 años en el cargo, más 15 años en cargos ejecutivos.

Una carrera asegurada

Otro espécimen de características similares viene del interior, más exactamente del norte. No es profesional, pero tiene una actividad particular exitosa. Este no acomodó a la familia -aunque uno de sus hermanos siempre siguió sus pasos legislativos hasta que se estabilizó poniendo una FM (radio) en el municipio de Tartagal. Logró el mayor de los éxitos en su emprendimiento particular y en su cúspide política. Cuando el poder llega a tus manos, significa que los planetas se alinearon a tu favor… y las licitaciones también, logrando que todo el parque automotor del gobierno esté asegurado con su empresa. Con todo respeto aunque ustedes mortales y humildes lacayos no lo crean, estas cosas pasan… Lo decepcionante de este personaje es que con tanto poder y tantos años manejándolo, no haya sido capaz de hacer un «Soto» por su Tartagal natal, que le brindó su voto cada vez que lo solicitó. Es obvio que hablamos de Andrés Zottos, conocido popularmente como «el Andre» o «Sobra el Griego», concejal por Tartagal 1991 – 1993, Intendente interino de Tartagal, diputado provincial por Tartagal 1995 – 2001, diputado nacional por Salta 2001 – 2007, Vicegobernador de Salta 2007 – 2015, senador provincial por San Martín 2015 – 2017, diputado nacional por Salta 2017 hasta hoy, 26 años en cargos públicos.

Hay un grupo de estos señores que nunca utilizaron sus cargos para ayudar a quienes los votaron y que para colmo intentan ser reelectos.

Con la vaca atada

Entre los del interior, oriundo de Anta, diputado y senador, interventor en Tartagal, intendente de El Quebrachal, comentan en la carnicería del barrio que desde el año 1983 no ha dejado de ocupar distintos cargos en la función publica. Todo un «Matusalén» de la política con una cantidad interesante de causas judiciales la gran mayoría por abigeato (lo que denota su hobbie y actividad privada, por llamarlo así), tenemos al Romerista/Urtubeicista y ahora Saencista, Pedro «Vaquita» Sández, quien solo lleva como legislador  24 años. Que lejos de intentar devolver algo de lo que la política le dio, busca perpetuarse en la banca de Mitre 550.

Triste despertar  

Otro que deja, sin gloria, el Congreso es Martín Grande Durand. Se lleva una causa penal abierta, por recetar, sin ser médico, productos no aprobados por ANMAT. Deja una lamentable lista de desaciertos en sus discursos que quedan disponibles a perpetuidad, para que todo aquel que quiera recordar sus poco felices declaraciones respecto a la pandemia, la cuarentena y la vacuna contra el coronavirus, pueda hacerlo con un simple click.  Sin proyectos, pero con causas, sería su slogan de despedida. Vuelve a Salta con la intención de ser senador, aunque en la competencia por popularidad (único motivo por el que la gente vota hoy en día) «cualquier influencia de cuarta» le pinte la cara. A desempolvar sus títulos como director de FM Profesional y volver al ruedo, es lo que le queda, si «El Dante»  así los dispone.