Durante este lunes se produjeron los alegatos en el juicio que se lleva adelante por el femicidio de María Leonor Gine. La fiscala solicitó condena perpetua para Agustín Morales, para Deztel la pena de 5 años de prisión efectiva y para Tania Aguirre 4 años por encubrimiento. Por Andrea Sztychmasjter

Luego de dos horas de espera por un cambio intempestivo del inicio de la jornada, la Fiscala Mónica Poma, titular de la Unidad Fiscal de Femicidios del Ministerio Público Fiscal, inició su alegato asegurando que “Se encuentra acreditado sostener la acusación fiscal en relación al homicidio agravado” realizado según lo sostiene la Fiscalía por el nieto de la señora, Agustín Morales. Sobre Tania Aguirre y Federico Deztel anunció que después de dos semanas de audiencias se le suma a lxs dos imputados, la figura de “encubrimiento agravado”, pese a que en el requerimiento a juicio se los acusó por homicidio.

Al finalizar los alegatos, la Fiscala Poma solicitó la pena de prisión perpetua para el nieto de la víctima acusado de femicidio, mientras que para su amigo, Federico Detzel, acusado por encubrimiento solicitó la pena de 5 años de prisión y 4 años para la trabajadora sexual Tania Aguirre.

Luego de la replicas y contrareplicas, el tribunal deberá decidir la condena a los tres imputados.

“No hay dudas que el imputado causó la muerte de su abuela de una manera violenta y causando violencia de género”, sostuvo Poma y todo su alegato se abocó a tirar por tierra la estrategia de la defensa:

“El señor Morales se mostraba perfectamente lúcido y al corriente de sus facultades. Se lo ve caminar bien. Ha podido manejar un vehículo sin dificultad. Si ha consumido toda la noche no se advierte siquiera al día siguiente que hubieran estado afectadas sus funciones mentales.”, sostuvo la fiscal.

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Durante el transcurso de las jornadas la defensa de Morales junto a las pericias presentadas por profesionales de la psicología y psiquiatría quisieron demostrar que Morales bajo el estado de un coctel de sustancias se encontraba en un estado de perdida de memoria, obnubilación o trastorno transitorio de la conciencia. Esto sumado a su propia declaración cuando dijo no recordar nada de esa fatídica noche.

Para la fiscala, el joven mintió, engañó y manipuló durante todo el proceso.

Sobre los elementos probatorios para inculparlo, la fiscalía nombró:

  1. Que durante las dos y tres y media de la madrugada en la Belgrano, la señora Gine tuvo una muerte violenta con más de treinta heridas. Entre las 00 horas del 28 de marzo y las 06 de ese mismo día.
  2. Informe de autopsia. Ataque rápido, brutal
  3. Para la fiscalía la causa de la muerte es más que evidente, fue un ataque brutal con arma blanca.
  4. Existen pisadas de pies descalzo y de calzado y el rostro tapado con una hoja de diario. Según indicó este acto es “una importante prevalencia respecto de la responsabilidad de Morales”.
  5. Existen signos de desorden evidentes para buscar objetos de valor. Cajas y pastillas. No se encontró sustancias que puedan entenderse como medicamentos psicoactivos, dijo la fiscala.
  6. No hay signos de que se hubiera irrumpido en el lugar, accedieron con llave o con permiso de moradores.
  7. Mango de cuchillo y arma homicida contiene, según los informes del Ministerio Público, perfil genético de Gine y Agustín Morales. En la remera de la señora también. En el hisopado del pie de Morales hay perfil genético de Gine.
  8. El teléfono de la víctima fue adquirido por Murillo Wayar y su pareja de entonces, que no fue llamado a declarar.
  9. La hora de la muerte es en la madrugada, la referencia de Morales sale a horas previas la hipótesis a horas 21 hs con el teléfono de la víctima.

Seguidamente la fiscala se refirió a las supuestas contradicciones ofrecidas por las profesionales presentadas por la defensa. “La doctora Musa perita de parte a la hora de describir a aquellas circunstancias señala que la emoción violenta que formula con manifestaciones textuales que les realizara el imputado, indican que la discusión con su abuela se produjo luego que se encontraran los imputados”, señaló Poma. “También en esas manifestaciones, la sustracción del teléfono había ocurrido horas antes”, agregó.

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También citó al Oficial Sánchez viviendo en España, quien realizó informes de las llamadas. Recordó que el día del femicidio hubieron llamadas a Soledad Murillo Wayar (quien luego tendría el teléfono de la víctima) a quien llamó 30 veces incluso durante la mañana del día 27. “No se explica el contacto previo tan insistente y tan constante sino lo analizamos de manera integral”, señaló la fiscala. El teléfono tuvo según esos informes un registro activo hasta 19,16 hs.

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También hizo mención a una llamada a las 1 de la madrugada a la línea fija del departamento la cual se informa como atendida, de 19 segundos. La única persona que estaba era la señora Gine, por lo que se deduce aun se encontraba con vida.

Según indicó la fiscala existió un “Conflicto por las constantes salidas y llegada de personas extrañas al lugar. Cajas fuertes abiertas, desorden propio de que alguien estuvo revisando”.

“No hubo ni arrepentimiento ni duda por lo que había realizado”, dijo y negó que sobre la inimputabilidad sobre los hechos que se le endilgan, el joven sí comprende la criminalidad. “En las entrevistas al entrar a alcadía en todas las oportunidades al momento del análisis Morales estaba en sus cabales”, consideró.

“Sobre su personalidad, rasgos psicopáticos, no es una enfermedad, es una forma de ser que de ningún modo constituye una enfermedad psiquiátrica”, describió.

La fiscala señaló que Morales “No presenta daños cognitivos, ni por su adicción a la droga tampoco evidenciaron signos de abstinencia, los profesionales. A los fines de analizar cuales eran las circunstancias en las que se encontraba Morales el día del hecho. No existe examen toxicológico que indiquen cantidad de drogas, el CIF no lo hace ni lo va a hacer, es un análisis que no se realiza porque no se cuenta con la máquina y reactivos necesarios. No puede arrojar luz sobre lo que una cantidad de sustancias afecta la psquis de una persona sin tener en cuenta el nivel de tolerancia. Nada de eso se modifica si no es con el análisis conductual y clínico, en el momento que debe resolver el estado mental”, señaló Poma.

Valoración de las mujeres

Sobre la imagen que el joven tiene del género femenino, la fiscala fue tajante al afirmar que el joven cosifica a las mujeres y eso puede deducirse de la recurrente práctica que tenía Morales de contratar a “prostitutas”. Según consignó esto se debe a fortalecer su posición de poder frente a la desigualdad de género en función al hombre que se siente poderoso por pagar por sexo. Así también consignó el “ninguneo completo a la identidad de género de Aguirre”, según indicó todas estas cuestiones suman a la valoración que el imputado hace de la mujer. La fiscala también consideró la violencia económica que días previos que el joven  habría realizado junto a la indefensión de la señora y señaló que por el vínculo debe ser encuadrado en un femicidio.

Sobre la participación de Deztel y Aguirre

La fiscala señaló que ambos son cómplices pues estuvieron en el departamento a través de un acuerdo previo: “Ingresaron antes de las 2 de la madrugada, se produce una discusión con la victima y a partir de ahí aparecen conductas de encubrimientos de ellos. Tenencias y disposición aprovechamiento producto del delito que está vinculado Morales”.

Pues según consignó impidieron que la justicia investigue el delito. Y posteriormente buscaron objetos de valor “Es imposible que no tuvieran conocimiento de lo que acababa de ocurrir”. “No hay posibilidad de que no supieran que la víctima no se encontraba en el departamento” y agregó que proveyeron de contactos para que le proporcionaran sustancias.

“Deztel estuvo varias horas, Aguirre una hora y media nada más pero en ese ínterin se produjo el hecho de sangre”. La fiscala también los señaló por incumplir con las restricciones nacionales emitidas en marco de las medidas sanitarias efectuadas por el ejecutivo nacional.

Pedido de la querella

El abogado de una de las hijas de María Leonor Gine señaló que quedó evidenciado científica y materialmente que el nieto fue el que asesinó a su abuela.

El querellante mencionó que “A las 1 de la madrugada la señora Gine todavía estaba con vida”, fue cuando un remisero había llamado al teléfono fijo del departamento para preguntar si iban a querer o no el servicio.

“El propio imputado declaró que llegó a no disfrutar la droga. Tal situación implica mayor tolerancia al consumo. No hubo consumos de bebidas alcohólicas cerca de las 5 de la mañana. En el momento en el que ejecutó el hecho estaba con total de sus facultades mentales. El informe de la doctora Musa es ilustrativo que el pudo evocar recuerdos”, describió el querellante al sumarse al pedido de prisión perpetuada que realizara la Fiscalía.

“Tuvo una discusión con su abuela en momentos en lo que se encontraba ya con dos personas en el departamento. Morales aprovechó el estado de indefensión de su abuela, una persona de mayor edad con problemas físicos. Actuó quebrantando deberes de respeto, lealtad y amor”, dijo y agregó que “La intención fue de sustraer dinero de la caja fuerte”.

“Morales debe responder por el delito de homicidio agravado por el vinculo a la pena de prisión perpetua desistiendo del agravante de violencia de género”, señaló justificando que Morales no sentía empatía por nadie.

Respecto a Detzel y Aguirre, el abogado señaló que ambos recibieron dinero que el nieto robó a su abuela. «Ellos no participaron del homicidio pero si tomaron conocimiento de la sustracción del dinero», aseguró que se mostraron desinteresados y por ende «son responsables de esta situación».

En ese sentido la querella pidió la pena de tres años de prisión efectiva  para Detzel y Aguirre por encubrimiento agravado.

Defensa

Respecto a la estrategia defensiva y tal como lo adelantáramos, la defensa de Agustín Morales solicitó la inimputabilidad de su defendido al entender que era un adicto que bajo los efectos de las drogas no pudo comprender lo que pasaba.

Esto fue manifiesto antes que el abogado Matías Adet explicara que el alegato de la Fiscala Mónica Poma estaba viciado y por tanto era nulo. El letrado se refirió a la “Falta de lealtad procesal”, realizado por la fiscala porque ésta había hecho referencia al rechazo por parte del Tribunal de impugnación de la posible internación o tratamiento psicológico de Morales, pedida oportunamente por su defensa.  Según refirió Adet este rechazo estaba fundamentado en informes policiales realizados al ser detenido “fue una autoincriminación espantosa, y bajo los efectos de sustancias estupefacientes”, indicó sobre los informes en los que se basó el Tribunal para rechazar algún tratamiento para el joven.

“ Sin embargo no tuvo reparo de usarlos. Tiñó de nulo todo su alegato”, dijo Adet sobre la actuación de la Fiscalía y solicitó la absolución de Morales por la existencia del vicio. “Se declare la inimputabilidad y sea absuelto, y se de internación en relación a los problemas de adicciones”, describió.

El letrado se refirió además como “vergonzoso” a la actuación que realizaran profesionales del CIF “quienes vinieron a defender una tesis” ironizó respecto a la falta de objetividad de trabajadores del Ministerio Público. Relató que quedó evidenciado que las profesionales psicólogas y psiquiatras ya habían acordado de antemano el punto de vista a declarar y señaló que se realizó una inédita e incompleta autopsia.

“Desdeñar la actuación del licenciado Morón porque tiene tan solo 25 años (…) La administración de justicia tiene una obligación de objetividad”, manifestó Adet.

Una vendedora de droga no investigada

Sobre una de las testigos el abogado Adet fue categórico al afirmar las contradicciones y las omisiones de la Fiscalía. Se trata de la mujer de apellido Wayar Murillo quien junto a su pareja aseguraron haberle comprado el celular de su abuela a Morales. El defensor señaló que la testigo mintió alevosamente y que la Fiscalía no informó que era vendedora de droga, señaló que faltó a la verdad sin que nadie dijera nada en el salón de grandes juicios.

De las sábanas de llamadas analizadas se deslizó que Morales llamó el día del asesinato a Murillo 30 veces desde la mañana del 27.