Votó a favor del impuesto a la riqueza y Álvaro Ulloa salió al cruce.

Hay muchos casos de personalidades divididas. La psiquiatría los estudió, el cine se hizo un festín con tramas fáciles. En la literatura, el libro más famoso es el de Dr Jekyll y el señor Hyde. Pero nunca se había visto el caso de alguien que un día es Anti K y al otro día se levanta kirchnerista. Y este parece ser el caso de Andrés Zottos, que luego de mostrarse cerca de otros sectores, votó a favor del proyecto a las grandes riquezas.

Pero el que se sacó con la votación de Zottos fue Álvaro Ulloa, dirigente del PPS, y Macrifan.
“Andrés Zottos voto afirmativo el impuesto a la riqueza, esperemos que sea uno de los que paga sin judicializar. No me digan que Andrés no tiene 2 palitos verdes porque es verso”, expuso el hijo del ex gobernador de Salta y ex titular del INADI.

Zottos, a decir verdad, tiene un gran pesar. Eso, los lectores de Cuarto Poder ya lo saben. Zottos tuvo un incremento en su patrimonio del 120% entre 2017 y 2019. «De $19.295.161 a $42.580.129 de acuerdo a su última declaración jurada. Lo que demuestra que, incluso en la mediocridad representativa, se puede triunfar en lo personal», señalamos.

El inventario de activos presentado ante la oficina anticorrupción a comienzos de mes da cuenta de una cifra que lo ubica en el puesto número 13, de 257 legisladores nacionales; pero con una pequeña salvedad que vale la pena hacer: los importes correspondientes a cada bien declarado están expresados en pesos argentinos al momento de su compra, es decir, a valores no actualizados.

De allí que, por ejemplo, entre los bienes inmuebles declarados figure una casa de 716 metros cuadrados adquirida en 1996 con un valor de $106.369,97. Una correcta actualización de precios, de acuerdo a la divisa norteamericana, llevaría ese monto a $8.296.000,00 sin descontar amortizaciones. Lo mismo ocurre con la mayoría de los bienes declarados.

Zottos, el acomodaticio