Se busca activar el proyecto para crear un organismo que registre información de personas extraviadas en todas las provincias. La familia de María Cash hace años solicita la creación de una Agencia que centralice tales datos. (Andrea Sz)

Federico Cash, dejó su vida para buscar a su hija, la joven diseñadora María Cash desaparecida en 2011 y vista por última vez en Salta. Lo hizo por sus propios medios y antes de su muerte en un accidente de tránsito cuando se dirigía a la provincia de La Pampa en busca de una nueva pista sobre el paradero de María, el hombre hacía referencia a la urgente implementación de un organismo que centralice datos investigativos de desaparecidos de todo el país: “Necesitamos la creación de la Agencia Nacional de Búsqueda de personas desaparecidas, para poder centralizar la información y los datos. No hay sincronización ni centralización, por lo tanto las búsquedas son intentos aislados de la policía y distintos organismos que se terminan perdiendo en el esfuerzo”.

El proyecto impulsado por los Cash hace años, tiene por finalidad establecer una base de datos en la cual se podrá recibir, centralizar, organizar, clasificar, entrecruzar, difundir y brindar la información de las personas desaparecidas a las fuerzas de seguridad o judiciales que lo solicitaran, establecer los mecanismos necesarios para que las dependencias de la Policía Federal, Prefectura y Gendarmería, los puestos fronterizos migratorios y todas las fiscalías cuenten con claves de acceso codificadas a la Base de Datos Biométricos- Genéticos-Digital Nacional para consulta y carga de datos.

Después de haber presentado tanto en el Senado como en la Cámara de diputados de la Nación un proyecto de ley para la creación de dicho organismo, Máximo Cash, hermano de María empezó a reunir firmas de apoyo ciudadano en un petitorio en Change.org, en el que explica: “Nuestra mala experiencia en la búsqueda de MARÍA nos demostró que en la actualidad, cuando una persona desaparece, el principal obstáculo para encontrarla es la falta de coordinación entre los mismos mecanismos institucionales. Por ejemplo, para buscar a una persona que ha sido vista en diferentes provincias, se tiene abrir una causa en dicha provincia y pedir permiso para actuar al juzgado principal. Esto lleva tiempo (siempre y cuando haya buena predisposición de la gente que trabaja allí) y como tarda varios días, cuando finalmente se lleva a cabo la búsqueda la persona probablemente ya no está allí”.

Martín Etchegoyen Lynch, abogado de la familia de María Cash -y letrado que integra la organización civil Usina de Justicia Argentina-, tras una reunión que mantuvo esta semana con la vicepresidente Gabriela Michetti, informó que ella le prometió la puesta en marcha de un ente nacional que se encargue de buscar a las más de 6.000 personas desaparecidas en democracia en Argentina: “Según los registros que datan de 1990 y hoy no hay ninguna agencia nacional que se dedique a esto. Nosotros propusimos a varios ministros anteriores su creación, pero nunca se efectivizó”, declaró a medios nacionales.

Proyecto salteño

En 2011 en Salta se sancionó la ley N° 7.664, dependiente del entonces Ministerio de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos de la Provincia, que estipulaba la creación del “Registro Provincial de Información de Personas Extraviadas”, el mismo serviría para “actualizar datos en forma permanente y sin interrupción, coordinando con instituciones nacionales e internacionales”. También se disponía a  “habilitar una página de Internet donde se difunde toda la información obrante en el Registro Provincial de Información de Personas Extraviadas que contribuya a la localización e identificación de las personas extraviadas”.

El año pasado al cumplirse un año del asesinato de Abigail Antelo en Salvador Mazza, la Senadora Gabriela Cerrano (PO) ante la falta de un instrumento oficial para la búsqueda de las personas desaparecidas, presentó un proyecto de ley. El mismo fue redactado en base a casos de desapariciones conocidas en nuestra provincia y que forman parte de los reclamos de la Comisión de Familiares Contra la Impunidad. Cristian Luna, desaparecido en el 2008, María Esther Maidana 2008, Cintia Jurado 2009, Maria Cash 2011, Marcela Mamani 2012. En tanto que Víctor Acuña desaparecido en 2010, Justo Casimiro en 2013, Abigail Antelo en 2014 y Paola Ramírez 2014, fueron hallados muertos, sin que su búsqueda se efectivice. Otro de los casos de personas desaparecidas es el de Daniel Solano en 2011 y Noelia Rodríguez en Guachipas en 2014.

“La primera traba con la que se encuentran los familiares, es la negativa por parte de autoridades policiales a tomar la denuncia, aludiendo a un criterio discrecional: que se debe esperar 24hs en el supuesto que es un caso de fuga de hogar; o abandono de hogar, si es mayor de edad”, es uno de los fundamentos de dicho proyecto. Agregando que según datos de la Policía Provincial, 12 adolescentes por semana son reportados en las comisarías, pero sin olvidar que un caso de fuga de hogar puede estar disfrazado. “En el año 2008, dos jóvenes de Joaquín V. González, fueron denunciadas por sus padres como fuga de hogar y luego fueron rescatadas de un prostíbulo en Chaco”, se ejemplifica.

Sin registros

En el año 2012, cuando se hallaron restos óseos en la localidad de Cafayate, los datos de mujeres reportadas como desaparecidas eran 35.

Un informe realizado por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas del Ministerio Público Fiscal de la Nación (Protex) señala que Salta informó 100 casos de personas que están desaparecidas durante los años 2012 y 2013, pero recién informadas en 2014, antes de 2012 la provincia no brindó información sobre las desapariciones. Otro dato aportado es que del total, 61 son mujeres y 39 varones.

Otro de los casos en donde quedó demostrado la nula búsqueda que se realiza, y la necesidad de implementación de un protocolo de acción, fue el de Mariela Rossi.