Vertua emitió un comunicado después de los incidentes en Morillo. La empresa condenó los hechos y se mostró como un actor importante en el crecimiento de la zona. Lo cierto es que hay datos que omiten.
La empresa Servicios Vertua S.A. emitió un comunicado este viernes haciendo referencia a los incidentes producidos en Morillo, en los que desocupados se enfrentaron con la Policía.
Vertua se encuentra ejecutando la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino conocido como GNEA; en la etapa que cruza Salta desde Campo Duran a Formosa, denominada EPC1 –SALTA.
La empresa asegura que está “comprometida con la Seguridad; el Medio Ambiente y la Responsabilidad Social y desde siempre ha honrado sus compromisos contractuales, medioambientales y sociales”. Agrega que “en coordinación con autoridades de la Provincia de Salta ha realizado y financiado Proyectos Comunitarios, ha otorgado Becas para capacitación que permita la inserción laboral de desocupados y ha dado prioridad para la contratación de diferentes servicios de organizaciones de desocupados tanto de las localidades de Aguaray, Tartagal y parajes adyacentes, en un intento de generar una alternativa genuina de empleo”.
Su versión de los hechos
“El día 29 de setiembre; fueron atacadas nuestras instalaciones de forma intempestiva por grupos armados organizados, que agredieron y amenazaron a todo nuestro personal e incluso han lesionado de gravedad al personal de seguridad que custodia el predio”, relata la empresa en su comunicado.
La empresa condena “este accionar irracional de este grupo de personas, que nada tiene que ver con las poblaciones locales, y procuraremos mediante acciones firmes y consecuentes por ante la Justicia, se individualicen y juzguen a los responsables ideológicos y materiales de estos delitos”.
El texto finaliza asegurando que “no obstante, Servicios Vertúa continuará trabajando en esta obra emblemática y en acciones para la comunidad, honrándonos ser partícipes de un hecho histórico para las provincias del Noreste Argentino, como es el acceso al gas natural para todos sus habitantes”.
Faltan datos
En junio de este año, unas 120 personas realizaron un piquete en la puerta de la empresa, exigiendo trabajo. “Aunque la intervención policial disuadió a los manifestantes ese día, en varios quedó rondando la sospecha de que asistían al primero de muchos reclamos que se sucederán en el tiempo”, informaba Cuarto Poder en aquella oportunidad.
Servicios Vertua es la encargada de construir los 230 kilómetros que pasan por nuestra provincia. El titular de la empresa, Raúl Vertua, también conoció otro tipo de notoriedad hace un año cuando la prensa anti K lo asoció con Juan Carlos Relats, el empresario fallecido en diciembre del 2013 y que siempre fue un gran beneficiado por la obra pública. Beneficio que habría trascendido la propia vida de Relats en tanto su empresa fue la verdadera beneficiada del tramo salteño del gasoducto al asociarse para esa licitación con la firma de un Raúl Vertua, acusada en Neuquén de provocar, en 2006, la quiebra fraudulenta de una empresa de transportes con el sólo objetivo de deshacerse de una firma que poseía muchos empleados. Según La Nación, Vertua y la familia Relats también se beneficiaron en enero del 2015 de la ampliación del llamado gasoducto Cordillerano. (La Nación, 24/11/14).
El punto de partida del tramo salteño del gasoducto es la planta compresora que existe en Campo Durán, departamento San Martín; desde allí las cañerías bajaran varios kilómetros hacia el sur provincial para luego en dirección sureste y en paralelo a la ruta 81 atravesar el departamento de Rivadavia hasta llegar al límite de la provincia de Formosa. Desde ese punto otra empresa se encargará del segundo tramo que luego deviene en un tercero, cuando a otra empresa le corresponda realizar los trabajos en territorio santafesino.
La planta compresora de Campo Durán es cercana a la ciudad de Aguaray en donde Servicios Vertúa emplazó una base de operaciones. Esa planta es a su vez el extremo sur del gasoducto internacional Juana Azurduy que se terminó de construir en 2011 y que partiendo desde Yacuiba en territorio boliviano finaliza en Campo Durán. Por sus cañerías de 30 pulgadas de diámetro ingresa gas proveniente de Bolivia al Sistema de Transporte Argentino.
“La demanda de trabajo de la que ya fue objeto Servicios Vertúa no parece ser, sin embargo, el único inconveniente en el futuro cercano”, escribía Cuarto Poder en el artículo de junio. Explicaba que “los 230 kilómetros de trazado salteño requieren el paso, según el pliego de licitaciones del 2012, por territorios colonizados por empresarios del campo que desde hace un tiempo acorralan con los desmontes a comunidades originarias a las que el proceso de ocupación de la tierra los inclina a cortes de rutas que exigen el respeto de sus territorios o la exigencia de trabajo”.
“Esas tensiones deberán ser resueltas en lo central por el propio Vertúa. Al menos eso se desprende del ya mencionado pliego de licitación cuya letra incluye en alguna de sus 164 páginas situaciones como las siguientes: la empresa debe encargarse de las Relaciones con las Comunidades y con Pueblos Originarios; gestionar los permisos de cruces especiales del gasoducto (rutas nacionales y provinciales, ferrocarriles, etc.), mientras los 48 permisos de paso por propiedades privadas salteñas recaerán en ENARSA aunque esto no invalidará la obligación de Vertúa de pagar los terrenos privados que deban adquirirse para la obra; o en caso de que el propietario del predio se negara a vender los terrenos afectados, será la contratista quien deberá presentar ante ENARSA una constancia fehaciente y fundada de dicha negativa para que analice si corresponde constituir servidumbres sobre dichos predios cuyo canon recaerá en la empresa”, continuaba el texto.