El jueves hubo un cónclave. Intendentes encabezados por Mario Cuenca de un lado y los políticos más avezados del oficialismo: Santiago Godoy y Juan Pablo Rodríguez, del otro. Los primeros reclaman más coparticipación. (Gonzalo Teruel)

El que se convirtió en el hombre fuerte del Foro de Intendentes, Mario Cuenca, intendente de Campo Santo, hacía tiempo que pedía una reunión como la protagonizada el jueves último en la legislatura. Mientras se dirigía a ella, relataba por los medios que varios “llamados telefónicos” a los intendentes buscaban “vaciar” dicha reunión. Se refería, claramente, a que operadores del Grand Bourg conversaban con jefes comunales para decirles que no era buena idea exponer públicamente los problemas.

Pero, cansados del cruel silencio del todavía ministro de Economía Carlos Parodi y de esperar respuestas a sus pedidos, varios intendentes decidieron llegar a la Legislatura con sus lamentos. Y se sorprendieron: también llegó el ministro de Gobierno, Juan Pablo Rodríguez.

Como no podía ser de otra manera, la reunión comenzó con el reproche de “Juampi” a los intendentes por haber “mediatizado” la tensión con el gobierno provincial. La respuesta, lógica, fue la absoluta falta de señales concretas desde Economía. Hay que pagar los sueldos y el medio aguinaldo y muchos municipios no tienen la plata como quedó en evidencia en las disímiles comunas de San Lorenzo, Cerrillos y Aguas Blancas.

Entre la treintena de intendentes (algunos en ejercicio y otros por asumir) intentaron explicar que sus municipios no cuentan con los recursos necesarios para sostener una gestión más o menos ordenada y que necesitan, sí o sí, del auxilio provincial para evitar el conflicto social. Por eso, exigieron la restitución del 1,5% de coparticipación retenida por la provincia.

El increíble Marcelo Lara Gros, intendente de Orán, hizo de quinta columna del bando propio asumiendo posiciones divisionistas: planteó que en su departamento “no necesitan” esos dineros coparticipables, ante la mirada desconcertada de los otros que buscaban no desviarse del objetivo de la reunión: la discusión de la coparticipación y puntualmente la devolución del 1,5% “como se comprometieron en la campaña”.

Como ya informáramos la semana pasada, la historia de ese 1,5% se remonta al año 1976 cuando la ley 5.082 establecía que un 15% de lo recaudado por el sistema tributario provincial y el régimen de coparticipación federal debía transferirse a los municipios. El artículo segundo de esa ley fue modificado en 1992 por el entonces gobernador Roberto Ulloa que estableció que el 3% de los 15 puntos porcentuales debía aplicarse al financiamiento de inversiones de trabajo público y bienes de capital y que por lo tanto ya no eran de libre disponibilidad para los municipios.

A fines del 2010 y a instancias de Urtubey, se dispuso por ley que el 1,5% de ese 3% que Ulloa arrebató a los jefes comunales volviera a la condición de libre disponibilidad municipal, mientras que el restante 1,5% se integraba a un Fondo Compensador cuya distribución ya depende de criterios del poder ejecutivo provincial a la hora de diseñar el presupuesto anual. Esta porción, es la que lo intendentes reclaman que se les devuelva.

Mario Cuenca, el intendente de Campo Santo, es quien encabeza el reclamo. Debe asumir el próximo 18 de diciembre al frente del Foro de Intendente de la Salta aunque en los hechos ya es un presidente en ejercicio.

Frente a lo sucedido, el ministro Rodríguez pidió organizar una agenda de trabajo y nuevas reuniones con la presencia de funcionarios de Economía (de seguro encabezados por el flamante jefe de Gabinete, Parodi), además de Diputados y Senadores como garantes del acuerdo para sellar la paz social en los siempre complicados días de diciembre.

Según pudo averiguar Cuarto Poder, el nuevo encuentro será el viernes 18 y en el Foro de Intendentes. En los 15 días que quedan hasta entonces el gobierno intentará calmar (uno por uno) a los revoltosos para no entregar ese 1,5% y así ratificarles el poder económico y político de Parodi. No le será fácil: muchos que por falta de coraje no participaron de la cumbre de esta semana ya se anotan para la próxima porque sienten que, por fin -y a diferencia de lo que sucedió durante la gestión de Sergio “Topo” Ramos-, ahora en el Foro de Intendentes hay una voz que intenta superar la fragmentación que reina entre los jefes comunales en nombre de intereses de conjunto.