Otrora ninguneado y maltratado vicegobernador, Andrés Zottos se impuso en la interna del oficialismo provincial y ubicó al gobernador Urtubey como uno de los principales ganadores de las primarias del domingo. Martín Grande adentro por ahora y Sergio Leavy expectante. (Gonzalo Teruel)

La política no es una ciencia exacta y permite, fanatismos y razonamientos de cualquier índole mediante, interpretar de manera diversa un único y objetivo resultado numérico. Sólo a partir de esta consideración es posible entender por qué en la noche del domingo festejaron tanto el “Frente Unidad y Renovación” del gobernador Juan Manuel Urtubey como “Cambiemos País” del presidente Mauricio Macri y el intendente Gustavo Sáenz.

“Tenemos el candidato más votado. Ganamos nosotros” desafiaban los seguidores de Macri y Sáenz. No se equivocaban: con más de 100 mil votos (y el 25% del electorado) Martín Grande fue el candidato más elegido. “Ganamos nosotros y por amplio margen. Somos el frente más votado” argumentaban los simpatizantes de Urtubey. No se equivocan: con 190 mil votos y más del 35% del electorado el “Frente Unidad y Renovación” fue la alianza más elegida.

Como sea, pasó la primaria y en octubre Martín Grande será el candidato de “Cambiemos País” y Andrés Zottos el de “Unidad y Renovación”. Sin mayores dificultades, el periodista macrista se impuso al dirigente universitario radical 80% a 20% mientras que el ex vicegobernador consiguió un sólido triunfo en la discusión del oficialismo provincial.

Al cierre de esta edición y con el 90% de las mesas escrutadas, Zottos juntaba más de 68 mil votos o el 30% del electorado para imponerse a Matías Posadas y a Sonia Escudero que sumaron con 48.500 mil votos y el 21% y 36.500 mil votos y algo más del 16% respectivamente. Más atrás, mucho más atrás, quedaron Emanuel Sierra, Lucio Paz Posse y Alejandro Nieva.

La discusión está planteada: ¿podrá, recuperación económica y apoyo presidencial mediante, Grande ganar las elecciones generales?, ¿podrá Zottos incrementar los votos del frente para sumar además de la suya una segunda banca para el oficialismo provincial?, ¿podrá, de la mano de la candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirhcner en Buenos Aires, Sergio Leavy llegar al Congreso?, ¿podrá Pablo López hacer un revolucionario milagro y retener su banca?

Cada vez que la provincia renovó 3 diputados el resultado fue salomónico: una banca para cada partido o alianza electoral. En 2009 fueron elegidos el oficialista Fernando Yarade y los opositores Walter Wayar y Alfredo Olmedo y en 2013 la oficialista Evita Isa y los opositores Guillermo Durand Cornejo y Pablo López. De seguir esa lógica, sustentada en el Sistema D’ Hondt, en las elecciones de octubre Zottos, Grande y un tercero como Leavy ingresarán al Congreso en representación de Salta.

Pero si Urtubey se pone la campaña al hombro y camina la provincia, tal vez, pueda romper esa sentencia y conseguir un par de diputados para sumar a su proyecto político nacional. Por ahora parece difícil porque el casi 18% de Leavy eleva la exigencia pero él, y sólo él, puede hacer una cosa así. Con candidatos anodinos, sin carisma ni propuestas, Urtubey puede romper la lógica del sistema de distribución proporcional de las bancas y ampliar su liderazgo legislativo.

Desde hacía al menos un par de semanas la interna del oficialismo provincial estaba resuelta: Zottos, Escudero y Posadas ya se habían distanciado y mucho de Sierra, Paz Posse y Nieva. Los interrogantes a develar eran entonces los porcentajes finales de la votación. En el Grand Bourg sabían del crecimiento del dirigente del Frente Plural y del estancamiento de la ex senadora nacional y, también y sobre todo, que era inevitable la victoria del otrora ninguneado y maltratado referente del Partido Renovador.

Desde principios de la semana los principales operadores del gobierno comenzaron a llamar por teléfono a los intendentes para que “apuntalen a Andrés” y garanticen el triunfo provincial del oficialismo. Más aún, según pudo confirmar Cuarto Poder de altas fuentes, el jueves esa recomendación se convirtió en una orden. “Vamos todos con Andrés” enfatizaron con el claro objetivo de consolidar los votos propios y evitar que algunas voluntades se escapen con, por ejemplo, Leavy. Evidentemente, los más cercanos colaboradores del gobernador ya sabían que los resultados nacionales del domingo podían ser inmejorables para el salteño: derrota para Sergio Massa y Florencio Randazzo en Buenos Aires y para Martín Llaryora el candidato de Juan Schieritti y José Manuel De la Sota en Córdoba y caída en desgracia (triunfo mínimo, empate o derrota)de Cristina Fernández de Kirchner proyectan, ahora sí, a Urtubey como líder y reconstructor del Partido Justicialista vencido por Cambiemos en buena parte del país. Por eso, más que nunca, el objetivo irrenunciable de ganar por la mayor diferencia posible la primaria despejó dudas. “Todos con Andrés y a otra cosa” aceptaron en el círculo íntimo del gobernador.

Al triunfo en toda la provincia sólo le faltó, nada más ni nada menos, la Capital. Al cierre de esta edición y con más del 99% de las mesas escrutadas, “Cambiemos País” se imponía por medio punto porcentual al “Frente Unidad y Renovación”, 32,5% a 32% y apenas 1.500 votos de diferencia. En el resto de la provincia y con menos mesas cargadas en el sistema informático de la Dirección Nacional Electoral, el espacio liderado por el gobernador estaba al borde del 37% y de los 220 mil votos y el frente referenciado en el presidente y el intendente orillaba el 25% y superaba los 145 mil votos. El kirchnerista “Frente Ciudadano para la Victoria” sostenía más del 17% (unos 100 mil votos) y mantenía la amplia distancia del “Frente de Izquierda y los Trabajadores” y su más de 7,5% (45 mil votos) de cara a las elecciones generales.

En octubre, entonces, Urtubey irá por un triunfo en toda la provincia para colocar 2 de los 3 nuevos diputados por Salta y, sobre todo, para escribir en las tapas de los diarios de todo el país su nombre como candidato a presidente en representación del hoy derrotado y malogrado PJ.