De los casi 100 edificios o más que presentan irregularidades en su estructura y aun así siguen en proceso de construcción o ya fueron finalizados, este es casi un ejemplo de lo que la municipalidad debería hacer: se detuvo la obra por falta de planos aprobados.
La edificación en cuestión se encuentra ubicada en calle 20 de Febrero al 800, cuenta con 4 pisos y luego de una inspección por parte de la gente de la Subsecretaria de Control Urbano se determinó que al no contar con los planos aprobados, y al haber sido -el responsable de la construcción- notificado previamente de dichas irregularidades, optaron por suspender el trabajo hasta que no se regularicen los papeles.
Lo extraño del caso es que hace meses que algunos vecinos vienen denunciando otro tipo de irregularidades en la construcción de una clínica pero la obra sigue en pie, con el aval de la justicia y todo lo que ello implica.
Entonces y ante estas situaciones no cabe otra que preguntar por qué algunos edificios son más o menos controlados que otros en esta ciudad que crece hacia arriba sin importar lo que corre por debajo y que en cualquier momento, cuando las cloacas comiencen a rebalsar, las quejas, denuncias y correcciones ya serán obsoletas.