El comisario Walter Omar Ezequiel Mamaní sigue sumando pruebas en su contra. La querella aportó una grabación en la que se lo puede ver alterando la patente del vehículo de Luciano Diez para implicarlo en una causa por tentativa de homicidio. (MIRÁ EL VIDEO)
Un arquitecto del fraude y plantador serial de pruebas. El ex-comisario Walter Mamaní, imputado por inventar una causa contra el joven Luciano Diez en Apolinario Saravia, sumó una nueva prueba en su contra que ya está en manos de la fiscalía de Derechos Humanos a cargo de Verónica Simesen de Bielke. La cámara de seguridad ubicada en el domicilio de la víctima registró el momento en el que dobla la chapa patente del vehículo para simular que Diez había intentado embestir a los oficiales.
El hecho quedó registrado a las 4:32 am, cuando Mamaní junto a otros oficiales llegan hasta la casa de Luciano Diez para detenerlo. La excusa, como quedó plasmado en la contradenuncia, era que el muchacho había intentado atropellar a los efectivos y eludir un control policial. Más tarde se revelaría a través de la cámara de seguridad del NIDO de Apolinario Saravia, que el joven nunca incurrió en esa actitud y que los oficiales dispararon al aire al menos cuatro veces para amedrentarlo.
Posterior a su detención, Diez fue golpeado, apremiado y hasta le arrojaron agua fría en cuatro oportunidades. La falsa denuncia quedó asentada por «tentativa de homicidio con arma impropia» (la camioneta).
Luego de que salgan a la luz los videos que desmentían la versión policial, la fiscal Verónica Simesen de Bielke imputó a los uniformados por abuso de armas agravado, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica y vejaciones agravadas con fines de venganza.
En la grabación recientemente difundida por la familia de Diez, se puede observar como Mamaní altera la patente del vehículo y luego la vuelve a colocar en su lugar al darse cuenta que estaba siendo captado por la cámara de seguridad. También se puede observar cómo uno de los oficiales apoya sus manos en el capot de la camioneta, posiblemente para dejar las huellas digitales marcadas en la misma.
El oficial Mamaní, hoy apartado de la fuerza, ostenta un pesado prontuario de causas irresueltas y actuaciones por demás dudosas. Fue nada menos que quien encontró los proyectiles con los que se asesinó a las francesas Cassandre y Houria en 2011, procedimiento que fue catalogado por el fallecido Nestor Piccolo como fraudulento y poco claro.
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