Desde ladrones de limones, hasta intendentes que meten la mano en la lata. Tampoco faltan policías que van a terminar en el banquillo de los acusados. Un resumen de lo más destacado de la semana, contado con un poco de humor.

 

Marzo también fue un mes que se hizo eterno en materia de (in)seguridad. La policía tuvo días agitados esta semana. No tanto porque tuvieran que resolver casos, sino porque quedaron expuestos en varios de ellos.

Uno- Estafa piramidal y pitufos involucrados

Los lectores del anterior resumen recordarán que uno de los puntos hablaba de allanamientos a una financiera y de una estafa piramidal. Esos allanamientos de produjeron el viernes, los coletazos se empezaron a sentir el lunes y salpicaron de lleno a la policía de la provincia.

La implicancia de “la poli” saltó a la vista cuando a un integrante de la Unidad de Investigación UDEC,  que participó en el operativo de las financieras bajo supervisión de la Fiscal, recibió una amenaza: una imagen con información personal donde se observa, entre otros datos, teléfono móvil, e-mail, domicilio y fotografía. La imagen solo podía haber sido tomada por un policía: era una captura de la plataforma virtual SIRH (Sistema Integral de Recursos Humanos) de la Policía de la Provincia de Salta, a cuyo sistema digital se puede acceder solamente mediante usuario y contraseña asignada de manera particular y con los registros correspondientes.

Días después, el jefe de la Policía de la Provincia, comisario general Miguel Mariano Ceballos, dispuso pasar a Situación de Disponibilidad al Comisario General Juan Ramón Miranda Comisionado Coadyuvante delegado de la Procuración General en el Departamento de Investigaciones del CIF. El comisario Miranda fue quien estuvo al frente de los allanamientos del fraude de la Financiera Ríos & Asociados. 

Hay un gran hermetismo aún en la Fuerza. Se sabe que hay policías damnificados porque había invertido en este lugar. Pero hay algo más. 

Dos.- Pitufos al banquillo de los acusados

No pasa seguido, pero pasa: cinco policías van a juicio. El sargento Mario Alberto Funes, el suboficial principal Luis Armando Quispe, el sargento ayudante Diego Alberto Cachi, el cabo Víctor Fabián Díaz y el agente Lucas Daniel González están acusados de dispararle a un soldado voluntario del Ejército Argentino.

Todo sucedió el  29 de julio de 2020. Alrededor de las 21:30, en inmediaciones de manzana 200 del barrio Norte Grande de la ciudad de Salta, “los pitufos”, a bordo de una patrulla,  efectuaron un disparo con un arma larga que impactó en la víctima, provocándole la pérdida del ojo izquierdo. Luego de haber efectuado el disparo y pese a haber advertido que Néstor Ramón Ávalos se encontraba herido de gravedad, los efectivos policiales omitieron prestarle el auxilio necesario para su traslado a un centro de asistencia

Tres.- El comisario Mamaní

Otro que va a tener que sentarse en el banquillo de los acusados es el ex comisario Walter Ezequiel Omar Mamaní. Le espera una larga temporada tras las rejas: está acusado de abuso de armas agravado, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica  y vejaciones agravadas con fines de venganza.

Recordemos el caso. Todo comenzó a las 4 de la mañana del 28 de junio de 2020. El changuito Luciano Diez circulaba lentamente con su vehículo por avenida 9 de Julio, en inmediaciones de Parque Norte – Sala Nido de Apolinario Saravia, cuando le apareció en sentido contrario el móvil policial Nº 1745, conducido por el cabo Juan Giménez, acompañado por el sargento Sergio Argañaraz, la sargento Julia Díaz y el comisario Walter Ezequiel Omar Mamaní, quienes sin motivo alguno, realizaron disparos -al menos cuatro detonaciones- con la intención de amedrentar a Luciano Diez. Tras esto, se dirigieron al domicilio del chico, donde le dijeron que quedaba detenido por evadir un control policial y darse a la fuga: se lo llevaron detenido pese a carecer de motivos. Para avalar la restricción ilegal, los pitufos, con Mamaní a la cabeza- armaron una causa penal, en la que el comisario Walter Ezequiel Mamaní formuló una denuncia en contra de Luciano Diez por el delito de atentado a la autoridad. Y como frutillita del postre: durante el traslado de Luciano Diez y luego de que lo ingresaran a la dependencia policial, “los polis” se cansaron de golpear al detenido. 

Cuatro.- El intendente con albañil propio

Está caro construir. Salvo para el intendente de Animaná José Rolando Guaimás, que usó camiones de su Municipalidad para una obra particular y que tiene a un trabajador de esa dependencia como albañil personal. 

Todo hubiera quedado en la nada, de no ser por unas “viejas chusmas”  del barrio García Basalo a las que le llamó la atención que en Salta Capital los camiones ploteados con el logo de la Municipalidad de Animáná descargaran materiales en una casa.

Que el jefe comunal utilizara camiones ploteados para perpetrar el delito muestra que se creía muy impune o, simplemente, nunca fue una mente muy brillante. 

Por eso esta semana la fiscal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos imputó provisionalmente por el delito de peculado al Intendente de Animaná y a una empleada de la comuna, en calidad de coautores. La empleada de la comuna es la que vive en esa casa donde se construye en Salta capital. ¿Qué hace una empleada de la Muni de Animaná viviendo en Salta Capital?, se preguntarán los lectores. La respuesta deberá darla el intendente ante la justicia. 

Gracias a “las viejas chusmas” del GB, la fiscal constató que desde diciembre de 2020, camiones con la inscripción “Municipalidad de Animaná” llegaban hasta una vivienda en construcción en la zona y depositaban materiales de construcción. De las investigaciones realizadas por el personal especializado de la UDEC se pudo establecer que el hombre que estaría encargado de la obra en la capital salteña es empleado de la Municipalidad de Animaná desde hace 1992 y, desde hace 15 años, realiza tareas de albañilería en la comuna.

Esta es la parte más grotesca: el albañil, al ser indagado, contó que en 2020 se hallaba en Salta por una enfermedad de su esposa y se encontró con el Intendente, quien le habría manifestado que para quedarse en la capital debía trabajar sus horas de planta (de 7 a 13) en la casa de la imputada, en calidad de albañil. Por otra parte, también se pudo establecer que la mujer que reside en la capital salteña es empleada de la Municipalidad de Animaná.

¿De quién es esa casa? ¿Cuál es la relación entre el intendente y la empleada de Animaná que vive en Salta Capital? ¿Quién pagó los materiales para la construcción de la casa? Todas preguntas que pronto tendrán respuesta.

Cinco-Gendarmería ya no encuentra merca

La semana pasada observamos, con sorna y preocupación, que Gendarmería ya no informa sobre operativos en los que encuentra droga o “sarakatanga”: ahora hallan soja, cables, madera. 

Esta semana pasó lo mismo. Un parte informa que detectaron un camión que transportaba 4.000 litros de glifosato con la documentación vencida. La sustancia herbicida estaba distribuida en 200 bidones en el semirremolque. El operativo fue concretado por el Escuadrón 54 “Aguaray”. El camión provenía de Pichanal y tenía como destino Salvador Mazza.

En otro operativo, detectaron 100 ampollas de morfina sin el aval legal correspondiente. La sustancia era transportada en una caja por tres ciudadanos, que no poseían ninguna documentación que avale su tenencia.

Y este viernes, en Aguaray, decomisaron 443 rollos de madera que eran trasladados en dos camiones. Los uniformados secuestraron 354 troncos de palo blanco y 89 de cebil. El avalúo de la mercadería incautada supera los dos millones de pesos.

Seis.- Robos menesterosos

Algunos ladrones dan lástima. Hasta dan ganas de abrazarlos. Tal es el caso de dos hombres, detenidos por robarse caballos y ocho bolsas de limones en Pichanal. 

Los detuvieron por torpes: los caballos eran caros y ellos los ofrecían casi regalados en Facebook. 

También en el interior detuvieron a un chico de 16 años, por afanarse un cable de 15 metros de una escuela. 

Al lado del intendente José Rolando Guaimás de Animaná, estos son nenes de pecho todavía.