La victoria del PO en las últimas elecciones ha contagiado a ediles de otros partidos. Ayer la edil Lucrecia Lambrisca repudio la donación de terrenos públicos a la Iglesia.
Hasta hace unas semanas todos se peleaban para aparecer detrás de alguno de los patrones antisísmicos que tiene la provincia, pero ahora, que lo fashion en tendencias políticas es ser de izquierda o por lo menos no ser descaradamente conservador y troglodita (véase Tonini), todos disparan contra la Iglesia.
Ayer fue el turno de la concejala Lucrecia Lambrisca, quien criticó las donaciones y comodatos de espacios verdes que instrumenta la Municipalidad hacia el Arzobispado.
Sorprende, más que el repudio, el tono de las declaraciones de Lambrisca: Que el Arzobispado y todos los cultos se compren sus tierras”, sugirió Lambrisca, quien añadió que estos terrenos públicos son para los vecinos salteños y no para las instituciones religiosas.
Aunque la crítica de la concejala tuvo un gran rechazo por parte de sus pares del cuerpo deliberativo, ella enfatizó: “Ellos discriminan a quienes no creen”, sentenció.