El presidente Alberto Fernández afirmóque enviará al Congreso «una ley que termine con la penalización del aborto y que permita la atención de cualquier aborto en los centros de salud pública», al responder preguntas de estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París, donde brindó una conferencia, en el marco de su gira por Europa.
«En la Argentina el aborto es un delito. Es un extraño delito porque casi nunca se condena a una mujer por aborto. Pero sabemos que los abortos existen», dijo, y agregó: «¿Cuál es el problema de exista un delito de aborto? El problema es que todo aborto se vuelve clandestino y, en la clandestinidad, el riesgo de vida y de salud de la mujer se potencia».
Según dijo Fernández: «El problema es más agudo según la clase social de quién practica el aborto. Si es de una clase social alta, seguramente practicará el aborto en un centro de salud adecuado, con condiciones de asepsia adecuadas y el certificado médico dirá que tuvo un aborto espontáneo. Su salud estará absolutamente garantizada. Pero si estamos ante la presencia de una mujer sin recursos, toda su vida corre peligro. Y si zafa su vida, corre el riesgo de quedar infértil o de sufrir lesiones internas que la dañen mucho».