La gestión municipal tuvo que dar marcha atrás con la obra más ambiciosa anunciada en los últimos tiempos: una playa de transferencia para camiones que tendría un costo de 260 millones de pesos. Con una licitación sospechada de irregularidades, el isismo mostró precaución antes de que estallara un escándalo. (DOM)

Dentro del discurso ofrecido ante el Concejo Deliberante, la Playa de Transferencia fue el anuncio de obra más destacado por el intendente Miguel Isa. La idea era innovadora y terminó por adquirir una urgencia y envergadura que la hizo sospechosa para algunos sectores.

Significa(ba) también el retorno de obras importantes (además del Canal de los Manzanos) a Salta Capital: si bien hace un año se mencionó que una playa así costaría 60 millones, este año ya se habló de casi $ 260 millones a invertir. ¿Qué es una playa de transferencia? Pues un lugar donde se pasa la carga de camiones grandes a vehículos de menor porte que sí pueden recorrer la ciudad sin generar problemas de tránsito y, sobre todo, sin destrozar el pavimento.

El proyecto era (o es) ambicioso: 600.000 metros cuadrados para una playa que tendría, además, oficinas para dependencias públicas, de control sanitario y para que las mismas empresas se instalen allí. “Este proyecto forma parte del plan de crecimiento que diseñamos junto a mi equipo para que se implemente durante los próximos 30 años. La playa será una pequeña ciudad, contará con estaciones de servicio, hoteles, locales gastronómicos y espacios de esparcimiento. Será un espacio de inversión que generará cientos de puestos de trabajo para la familia salteña”, precisó Isa.

El lugar elegido está a tres kilómetros y medio del peaje de Aunor, un lugar casi ideal: el detalle de que el lugar esté en la mano contraria a la que tienen los vehículos al ingresar a la ciudad fue criticado fuertemente pues podría generar grandes inconvenientes, cuando no accidentes, justo una obra que había sido solicitada por el titular de Pavicei para evitar accidentes de tráfico.

Después del anuncio, esta semana Miguel Isa, jefe comunal y aspirante a la gobernación, tuvo que congelar la iniciativa ante la posibilidad de un gran escándalo.

La empresa

El porqué de la marcha atrás tiene que ver con la empresa que ganó esa licitación: AEP SA, de Adolfo Mimessi (titular de INCOVI, la empresa a cargo del Canal de los Manzanos y Plaza España), Eduardo Noman y Pablo Guillermo Selvaggi. El acuerdo había sido así: AEP realizaría la obra y a cambio se quedaría con su manejo por 30 años. El negocio  de AEP se explica en el artículo 6º de la ordenanza: “los vehículos de transporte de carga, con un peso superior a ocho toneladas incluida la carga, que utilicen la Terminal de Camiones y Playa de Transferencia, abonarán por su uso una tarifa de $ 0,018 por kg transferido”.

Lo que llamó la atención es que la obra más ambiciosa del isismo quedara en manos de una empresa que sólo contaba con un capital social declarado de 690 mil pesos para afrontar un negocio de $260.000.000. Mucho más llamativo fue que la empresa fuera creada solamente un mes antes del llamado a licitación.

Una licitación con escasa publicidad, una adjudicación sin estudio de impacto ambiental son otros de los detalles a los que El Tribunal de Cuentas no dio importancia en su momento.

Esta semana, sin embargo, todos esos detalles imperceptibles se hicieron evidentes y el mismo jefe comunal tuvo que aceptar que luego de detectarse irregularidades con la empresa que debía realizarla, además de vicios en la contratación, se reiniciará el proceso de licitación. Y el mismo Miguel Isa aceptó que solicitará aportes del Gobierno de la Provincia para concretar la obra que evitará el ingreso de camiones a la Ciudad.

Sobre el porqué de la marcha atrás hay dos rumores. Uno indica que el ejecutivo municipal temió un escándalo mediático, justo en un año electoral (y esta licitación era como dejar picando una pelota en el área). El segundo indica que fue AEPSA la que generó inconvenientes al exigir un canon superior al $ 0,018 monto que se hacía al municipio difícil de modificar, en tanto cómo justificar la entrega del control del predio por 30 años.

Más allá de estos rumores, lo cierto es que el anuncio de un nuevo llamado a licitación no significa, empero, un verdadero punto final entre AEPSA y el municipio. El verdadero final puede ser mucho más problemático del que ahora se vislumbra.

Una posibilidad

AEPSA había sido adjudicada a través del Decreto Municipal N° 179/14.  Al parecer ya en los antecedentes enviados al Tribunal de Cuentas se hacían obvias las irregularidades que ahora el isismo utilizó como excusa para dar marcha atrás. Esta marcha atrás deja de todos modos ramificaciones impensadas por la misma forma en que se paraliza el contrato: el Secretario de Hacienda Carlos Abeleira pidió que se devolviera el expediente porque habría defectos en un contrato varias veces millonario. “Lo que hizo el Secretario de Hacienda es insólito porque en los hechos ha paralizado la contratación que constituyó el anuncio más importante del Intendente cuando abrió el período de sesiones. Legalmente no podía pedir la devolución de un expediente aprobado por decreto de Isa, ni interrumpir la tarea del Tribunal de Cuentas, pero está claro que el trámite está viciado. De seguir paralizado el expediente la empresa podría demandar a la Municipalidad porque cuenta con un decreto que le aprobó el contrato y es por eso que estamos pidiendo explicaciones”, dijo la concejal Socorro Villamayor.

Es en este último punto en el que la edil da en el clavo: el posible juicio que AEPSA puede iniciarle al municipio capitalino. El apoderado legal de AEPSA es Sebastián Posadas, hijo del presidente de la Corte de Justicia (filiación con la que chapea, ad nauseam). Posadas, bastante verborrágico a la hora de hablar de las necesidades morales del partido radical, ha mantenido un curioso silencio en estos días, pese a que la empresa que representa acaba de perder 260 millones de pesos.

Lo que los opositores estiman es que habrá juicio (probablemente después de las elecciones), además que AEPSA tiene, incluso, muchas chances de ganar.