En medio de las negociaciones por la nueva versión light de la Ley de Bases, los diputados salteños tienen varias incomodidades sin resolver, entre ellas la cuestión de la defensa de la universidad pública y gratuita.

Esta semana se retomó lo que bajo la mesa nunca dejó de discutirse, el ajuste libertario a través de la Ley de Bases que engendró El Coloso y llevan a cabo Milei con Caputo. En este marco tenemos a los diputados salteños tratando de pasar desapercibidos para que no los alcancen los trolls de Karina o el escarnio del pueblo que los votó.

Recordemos un poco cómo llegaron algunos diputados al lugar donde están, sobre todo los pertenecientes al joven e inexperto Partido Libertario en Salta. Si pensamos en la figura de Carlos Zapata, Julio Moreno y Maria Emilia Orozco, tenemos que esforzarnos por encontrarles su participación política, compromiso social o aportes a la comunidad.

Se trata, en todos los casos, de personas aliadas al latifundista más despreciable de la provincia, Alfredo Olmedo. Nieto del “visionario” de Salta Forestal, y responsable de la pérdida de una buena parte de la fortuna Olmedo a partir de malos negocios con otro personaje que vive del Estado desde que nació, Juan Carlos Romero.

Los diputados representantes de la Libertad Avanza en Salta tienen la difícil tarea de bancar un proyecto que está secando los bolsillos del 90% de los argentinos. Con un nuevo aumento en puerta en torno al 8 o 9 % sobre los combustibles, las tarifas de luz, agua y gas subiendo todos los meses, los alimentos y todo lo que usted ya conoce, la defensa de este modelo es todo un desafío.

Basta con mirar lo insalubre que es el laburo que al vocero presidencial le aumentaron varias veces el sueldo desde que asumió, todo muy merecido, tanto para él como para su hermano, que juntos se llevan por mes unos diez millones de pesos.

Los Diputados de goma

Durante la semana previa a la masiva marcha a lo largo de todo el país por la Universidad Pública comenzaron a flotar datos y anécdotas sobre todos los diputados y su vínculo con la Educación Pública, de los cuales se destaca por su juventud y cercanía la Licenciada en Ciencias de la Comunicación, Emilia Orozco, que no tiene nada que ver con el Diputado Provincial denunciado en muchas causas penales.

La flamante ex concejala que en mayo del 2023 no pudo hacer piso para renovar su banca en el Concejo Deliberante, logró instalarse como “La Figura ANTICASTA” en Salta luego de comentar públicamente lo que ganaban. Todo teniendo en cuenta que se trataba de alguien que estaba de salida y muy golpeada por no haber recibido el apoyo de la población.

Muchos dirigentes y viejos personajes de la política le cargaron en su espalda un dejo machista que no interesa reproducir, más los laureles que la llevaron a ser una representante del olmedismo no quedan muy claros.

Se trata de una joven recibida en la Universidad Nacional de Salta, de promedio académico no muy destacable y de un perfil modesto y poco participativo en las aulas y en los pasillos de la Universidad. Lo que si varios trabajadores de la casa de altos estudios recuerdan, es una joven adulta que pidió becas, imprimía gratis sus trabajos prácticos en el gabinete de informática y que a pesar de toda esta presencia del Estado en su vida educativa, no la defiende ni la reivindica como debería.

Aún más complejo es el análisis sobre la cuestión laboral de la diputada, sus ideales y ámbitos de militancia política. Se trata de una historia laboral cortita y difusa que no pasaría ninguna auditoría de las que tanto piden la diputada y sus compañeros libertarios.

La diputada y su compañero de lista juraron «En defensa de los salteños y las salteñas» y en particular Orozco juró «Por una Argentina libre de oportunismo y corrupción» cerrando con un «viva la libertad». Nada más alejado que el ataque a la única Universidad gratuita en toda la provincia y el aval político que dieron cada semana en la Cámara Baja a los aumentos y recortes en todos los ámbitos del Estado Nacional.

La doble vara que portan estos diputados es extremadamente preocupante, no solo por su origen político sino por los ideales que defienden. Pero la que desentona entre los diputados y el jefe político de Ahora Patria es la comunicadora que gozó de los frutos y mieles de la Educación Pública y ahora apoya el brutal recorte sobre el presupuesto en funcionamiento y salarios de la Universidad Nacional de Salta.

La buena noticia para la diputada es que los salteños no tienen memoria y así como votaron a Olmedo en varias oportunidades, aunque no representó ningún beneficio político para Salta. Así también podrá gozar de cierta impunidad por un buen tiempo hasta que el salteño promedio se canse de la incomodidad que representa cagarse de hambre.

Está en puertas el dictamen que envía a la nueva vieja Ley de Bases y los diputados en su mayoría están comprometidos por su partido o por su gobernador a votar un instrumento que no hará más que profundizar la crisis económica y social que viene sufriendo la Argentina.

La ley de Bases va a constituirse como una multi reforma sobre el Estado Nacional que no necesitará de la intervención del poder legislativo para organizar las tareas del Estado. No se trata de una retirada del Estado y un avance de lo privado, sino una decisión política y económica que elige ponerse del lado de las grandes empresas que no piensan en otra cosa que no sea ganancias a cualquier costo.

Un ejemplo del empresariado paleolítico es el viejo Rattazzi que mandó a los argentinos a respetar el gobierno de Milei y las leyes que hacen falta para “invertir” y adecuar sus estómagos a lo que el bolsillo les permita. En criollo, Rattazzi pidió que los argentinos se caguen de hambre sin chistar.