El gobierno y su tropa. Los Librepensadores

Los que profesan el pensamiento libre en el gobierno de Gustavo Sáenz, advierten que la actual gestión podría no rendir frutos suficiente para continuar por otros cuatro años mas. Aprovechan las situaciones complejas para promover ideas opuestas al gobernador, encontrando apoyo entre los indecisos. Algunos de ellos ven la oportunidad de llegar a la gobernación 2027. Y allí aparecen los nombres de Esteban Amat Lacroix, Pablo Ismael Outes y hasta Antonio Marocco.

Se dice que es librepensador quien forma sus opiniones sobre la base de la razón, independientemente de la religión, la tradición, la autoridad o las creencias que están preestablecidas. En tiempos de la Revolución Francesa y hasta las primeras décadas del Siglo XX fue una reacción lúcida a lo dogmático de un movimiento de filósofos y científicos notables cuyo principal expositor fue Bertrand Russell.

Con ironía, en política se considera librepensador a quien por interés exclusivamente personal opina y actúa como si no integrara un conglomerado, movimiento o partido, ni debiera nada a nadie. Una forma de exponer a quienes traicionan a quienes les han posibilitado alcanzar algunos espacios a los que no habrían arribado nunca solos. Los que aparentan ser imparciales y objetivos, paradójicamente son abyectos y desfachatados.

Puebla Grand Bourg una tropa que, a falta de dirección clara y, tal vez de autoridad, hace y dice lo que le parece, aun cuando sus actitudes lastimen la imagen del gobierno o generen costos a funcionarios del mismo palo. Son los librepensadores del saencismo.

Debajo de lo que aparece como una consecuencia de la falta de energía para castigar a los rebeldes, anida también en algunos la esperanza de escalar en el poder local. Esteban Amat Lacroix, Pablo Ismael Outes y hasta Antonio Marocco son los que piensan en su intimidad que podrían reemplazar a Sáenz en 2027. Claro que, para ello, primero tendrían que concluir en que el actual mandatario no puede alcanzar un tercer mandato, o decidir que no van a acompañarlo.

Estas conductas chocan con la pretensión del círculo cercanísimo a Sáenz, donde la re-reelección se da por descontada. Hasta personajes distantes como Juan Manuel Urtubey ha informado a la ciudadanía que no existe obstáculo para que se cumpla ese objetivo luego de la reforma constitucional de 2022. Claro que lo importante es contar con los votos en tiempos en que la gente no cree en nadie, o solamente en perfiles violentos como los de Javier Milei.

Los que profesan el pensamiento libre en amplio espacio saencista -aunque no están autorizados- advierten que la actual gestión podría no rendir frutos suficientes como para sustentar otros cuatro años. En cada coyuntura compleja aprovechan para difundir pensamientos propios que van en contra de lo que el mismo gobernador sostiene y que encuentran terreno fértil en los ambidiestros que durante este tiempo se declararon saencistas pero tienen profundas raíces que nacieron en la elección del 2015 bajo la conducción de Juan Romero y Alfredo Olmedo. Ambos dirigentes se las arreglaron para seguir gravitando en el poder a casi una década y serán determinantes en 2025.

No son pocos los que sienten poca contención y quieren otro palenque donde rascarse. Lo poco que pueden brindar los ahora mileicistas es suficiente para ellos, que necesitan contar con un respaldo para el caso de que los vientos cambien antes de que llegue el 2027. Saben que el año que viene los libertarios podrían avanzar en todo el país y que deberán colgarse de alguno de los extremos de la nueva grieta. Sáenz no es kirchnerista, ni peronista, como tampoco se alió a Javier Milei, y en 2025 su grupo político no ha definido ninguna línea clara.

Los más rebeldes dentro del saencismo son los que integraron el frente “Unidos por Salta”, que comandó el Ministro de Gobierno Ricardo Villada, y que ahora parece no mandar a nadie. El senador oranense Juan Cruz Curá armó rancho aparte en el senado, como también Leopoldo Salva de Los Andes. Actúan con libertad diputados como Juan Esteban Romero, Guillermo Durand Cornejo y Omar Exeni de Capital, Sebastián Otero de Metán, Gustavo Orozco de Rosario de la Frontera o Sergio Saldaño de Cafayate. Nadie los maneja – o mejor sería decir que nunca estuvieron juntos- y están prestos para la crítica interna sin mayores reparos.

Los que había reclutado Pablo Outes en la campaña del frente “Gana Salta” tampoco obedecen ni se alinean. Senadores supuestamente peronistas como Manuel Pailler de San Martín o Héctor D´Auría de Metán y diputados como Daniel Segura de Güemes o el nepotista Gustavo Dantur de Metán, hacen llover pedidos de informes y se prestan a los micrófonos de los medios de prensa que no trabajan con la pauta oficialista.

Esta semana, el presidente de la cámara baja provincial Esteban Amat denunció por FM Noticias aprietes de Milei contra los gobernadores para aprobar la Ley Bases, dejando en evidencia alguna debilidad del gobierno local o el apriete hacia su propio jefe. Desconoció abiertamente que por instrucciones del gobernador los diputados nacionales Pablo Outes, Pamela Caletti y Yolanda Vega apoyaron al oficialismo libertario y la media sanción.

Marocco es otro de los que se consideran autónomos. Hacia afuera porque sostiene tener la entidad política que le falta, mientras que puertas adentro justifica la rebeldía en los desplantes que ha padecido por parte de casi todos los saencistas durante los últimos años.

Intendentes de lugares conflictivos como Franco Hernández de Tartagal, Julio Jalit de Pichanal y Ana Guerrero de General Mosconi no han trepidado a la hora de exponer al gobierno provincial con denuncias a ministros, discursos y protestas públicas y hasta cortes de rutas. Cuál es la función de Villada en este gobierno si ni siquiera puede atemperar a estos alcaldes? Ni siquiera el medio periodístico que ha comprado parece respetar al gobierno que integra.

El romerato, que todavía sostiene ser socio político de Sáenz, es otro de los que goza de grandes beneficios en el gobierno, habiendo aterrizado en el ente que maneja a discreción los juegos de azar -donde un familiar es concesionario de un casino-, incide en la obra pública con algunos contratistas amigos, recibe pauta por los medios que fustigan al pagador y mantiene alfiles en puestos claves y otros nombramientos en las penumbras.

Es el mismo grupo político que abrió las páginas de su diario a Emiliano Estrada, primo de Fernando Yarade a quien el senador Juan Romero propuso como gobernador en 2019 por encima del finalmente triunfador Gustavo Sáenz. Esta semana también le abrió las puertas de Fundara, lo que anticipa una coalición de amplio espectro que quiere desbancar al actual gobierno.

Hay quienes quieren aliarse voluntariamente y otros a quienes les da miedo perder seguridades o impunidad. Muchos de los ministros y funcionarios del gobierno provincial nacieron de los intestinos del romerato y los de Limache sienten que ya introdujeron el caballo de Troya.

Otros como Jalit, que pregona la necesidad de ser inteligente para el robo, mantiene veintiséis causas penales abiertas que fueron anestesiadas por la justicia politizada. Por ahora goza de libertad, obtuvo el rango de empresario y disfruta de cientos de millones de pesos birlados al municipio donde gobierna.

Daniel Segura es otro de los grandes contratistas de la provincia, desde los tiempos en que gobernaba el romerato y monopolizaba los contratos de provisión de bolsones de mercaderías. En los últimos tiempos ha incidido para que su familia mantenga relaciones comerciales con altos dividendos y sigue asociado a un legislador nacional.

Algunas versiones confiables anticipan un escándalo que involucraría al Vicegobernador y su coordinadora general por la firma inconsulta de un comodato con una empresa aérea por el que se habrían recibido algunos favores personales. Con socios de esta calaña se puede competir por un tercer mandato?

Vale recordar que el sector minero sigue manifestando preocupación no solamente por la ausencia de infraestructura adecuada, sino por la falta de funcionarios competentes. Con posturas agresivas dirigidas a inversores importantes como la surcoreana Posco, la ruta 51 convertida en un desastre y las empresas proveedoras de servicios manipuladas, el Estado Provincial parece ausente en el área más delicada.

No son pocas las quejas de los inversores por dobles posturas que invocan igualmente al gobernador. El discurso que sostiene en superficie el Ministro de la Producción Martín de los Ríos es desautorizado tras bambalinas por lobistas que encontraron en Flavia Royón a la operadora para seguir direccionando beneficios que no necesariamente engordan las arcas estatales. Lo que también está claro es que estas grandes empresas todavía no han derramado dinero a los pobladores de las zonas que quiere depredar.

En tiempos difíciles lo que no puede ocurrir en ningún gobierno es la dispersión y el juego individual y mezquino de algunos de sus funcionarios. Sin embargo, en Salta parece ocurrir lo contrario, justo cuando Gustavo Sáenz afronta una situación crítica al tener una relación fluctuante con el Gobierno Nacional.

Los recortes de subsidios que repercutieron en la suba de tarifas del transporte, la eliminación del FODIN que redujo los sueldos de docentes, la reducción de partidas del programa Incluir-Salud que dejó sin medicamentos oncológicos a los ancianos más vulnerables y la merma de los recursos coparticipables en casi $40.000 millones hicieron tensar las relaciones. Pero, también, obligan a repensar la relación a futuro considerando que las provincias siempre estarán condicionadas por la alta dependencia de sus economías con la coparticipación nacional de impuestos.

Así las cosas, el gobierno rema en densas aguas por la impericia y holgazanería de varios en temáticas vitales para sostener su presupuesto. Con la obra pública casi detenida, y sin previsibilidad de que se actualicen las partidas de coparticipación que garanticen gestión mínima y aumentos de sueldos, los tiempos que se avecinan parecen más complejos.

Para muchos, el problema central es económico y repercute en todas las áreas. La responsabilidad es nacional pero se agrava localmente porque advierten que la tropa está dispersa, como si estuviera derrotada. Otro de los síntomas de la crisis provincial es que no solamente pululan los librepensadores, sino que parece que podrían reproducirse.