Miembros de la comunidad toba La Loma de Embarcación se manifestarán en contra de la empresa encargada de realizar el gasoducto que pasa por medio de su territorio. Pero no se manifiestan por la instalación en sí, sino porque Contrera Hermanos no les brinda trabajo.
Los gasoductos proliferan y surcan cada vez más y más comunidades aborígenes, las cuales, muchas veces son partícipes de la contaminación y devastación que estos tubos llevan . Lo extraño en el caso de esta comunidad toba es que no se manifiesten en contra de la instalación del gasoducto, sea porque les vendieron el cuento del progreso, porque otra no les queda y de todos modos se lo instalan o sea porque en realidad necesitan un laburo y ser partícipes de la construcción puede significar algunos pesos en el bolsillo. Pero al parecer no siquiera eso sucede, porque según informan, los 10 puestos de trabajo que ofreció la empresa los distribuyó la cacique entre sus familiares, el resto de los 1500 habitantes del lugar se quedaron en la misma.
Por este motivo decidieron manifestarse impidiendo el paso de la maquinaria para así cortar los trabajos con una manifestación, medida decidida tras 90 días que los referentes tobas se encuentran apostados en el lugar. De esta manera se solicitan al menos 20 puestos más para su etnia, pedido que también hicieron propio los miembros de las comunidades wichí y guaraní, que también habitan en Misión La Loma.
Respecto a los inconvenientes que puedan producir las cañerías, uno de los dirigentes sostuvo que si bien se solicitó el estudio de impacto ambiental y social (EIAS), a la empresa, “ellos dijeron que lo tenían pero nunca lo mostraron. Sabemos que es un daño que tenemos, pero no tenemos solución, estamos desamparados”.