El periodista Humberto Echechurre publicó “Apuntes en blanco y negro”, una antología periodística escrita desde la fibra más íntima que resulta un verdadero compromiso con el público. El editor de la sección Panorama del diario El Tribuno resume la ética del periodista y del escritor.

En el prólogo de este libro, Liliana Bellone asegura que Humberto Echechurre trabaja desde la experiencia y las enseñanzas de Rodolfo Walsh y Roberto Arlt; desde la mixtura de Gabriel García Márquez y el rescate de César Perdiguero. Lo muestra como un hombre marcado por Truman Capote y Tomás Eloy Martínez.

El salteño despliega sus influencias en el libro “Apuntes en blanco y negro”, una antología de su experiencia en el mejor oficio del mundo. La publicación apareció recientemente y es un nuevo aporte a la bibliografía de los periodistas de nuestra provincia.

Echechurre combina diferentes “apuntes”: tristes, de vida, de prensa, fantásticos, de la frontera, de historia, melancólicos, de viajes, íntimos y puntos de vista. La falta de color a la que alude el título tiene que ver con el viejo periodismo, el que no era a color y hoy está idealizado, se volvió romántico y legendario. Ante la falta de archivo disponible, es más fácil decir que lo de antes era mejor. Especialmente cuando encontramos páginas web que copian y pegan para buscar clics en lugar de investigar, reportear y escribir intentando el mejor periodismo posible.

Pero Echechurre no es nostálgico, escribe hoy. El libro incluye textos que reflejan la Salta de hoy. La que los periodistas mostramos a diario, la de las desapariciones, los femicidios y los casos impunes.

También aparece la Salta de siempre, la cultural, la que nos da orgullo. Ahí está el Cuchi Leguizamón, también la escritora Leonor Fleming. Además, las reflexiones de Echechurre sobre todo lo que pasa en el mundo. Es un columnista preciso y un cronista capaz de describir con exactitud el pesado calor del norte provincial o el dolor de una madre.

“En textos de verdadero compromiso con el público, Humberto Echechurre señala los puntos de contacto y la cartografía de casos atroces. Testimonio de una época, los apuntes de este libro interpelan a una sociedad violenta, aluden a la falta de límites que impone la llamada postmodernidad que resulta funcional a un sistema económico y político que privilegia al dinero como centro de todas las relaciones, denuncian la horrorosa realidad de la guerra y el terrorismo, se entrelaza con los desenlaces atroces que muestran la dimensión de la catástrofe a la manera de la tragedia clásica. Humberto Echechurre hace periodismo de opinión y se explaya en consideraciones históricas y sociales para interpretar ciertos hechos (…) escribe los afectos (…) arriba al nombre de sus héroes literarios, modelos de escritura pero por sobre todo sostenedores de una ética, la ética del periodista, la ética del escritor”, escribió Bellone. Tiene razón.