Adelina Olga Moncalvillo nació el 23 de septiembre de 1947 en Curarú, un pueblito cercano a Pehuajó en la provincia de Buenos Aires y falleció hoy. “Mona”, como se la conoció popularmente, fue una periodista que sostuvo su compromiso profesional ligado a las desapariciones desplegada por la dictadura cívico-militar que padeció nuestro país desde 1976.

A lo largo de su prolífica carrera trabajó en la agencia nacional de noticias Télam y fue columnista en los diarios La Opinión, La Nación, Clarín y Página/12. Su tarea audiovisual le permitió desempeñarse en Radio Belgrano, en FM Palermo, en los canales 7 y 11 y en las señales de cable Plus Satelital y CVN. Radio Nacional la tuvo como directora y como conductora del programa “Dos ideas juntas”, donde abordaba temáticas de cultura, música e historia, con lo que siguió hasta hace muy poco tiempo.

Fundadora de Poder Ciudadano, junto a Teresa Anchorena, Marta Oyhanarte y Luis Moreno Ocampo, Víctor García Laredo y Manuel Mora y Araujo. Entre sus diversas actividades también incursionó en el teatro con “Las letras de mi nombre”, dirigida e interpretada por Vita Escardó y Victoria Egea.

El 18 de diciembre de 1976 le tocó vivir la dolorosa detención de su hermano menor, Domingo Héctor Moncalvillo, secuestrado por la dictadura y detenido en La Plata hasta el 30 de noviembre de 1977, cuando fue “trasladado” junto a Cecilia Idiart y Nilda Susana Salomon.

En 1979 Mona empezo a hacer historia en Humor Registrado, la revista editada por Ediciones de la Urraca primero mensual y después quincenalmente. Se caracterizó por presentar notas de actualidad y cultura escritas por periodistas e intelectuales respetados, ilustradas con caricaturas y dibujos de numerosos humoristas.

Mona encajaba perfectamente con el perfil de la revista en la que hizo historia junto a Alejandro Dolina, Carlos Abrevaya, Osvaldo Soriano, Jorge Sabato, Miguel Grinberg, José Pablo Feinmann, Sandra Russo, Carlos Ulanovsky, Alejandro Pose, Moira Soto y hasta la actriz María Fiorentino.

Humor quebró en 1999, tras perder dos juicios iniciados por el gobierno de Carlos Menem, dejando atrás la etapa más creativa del periodismo en Argentina.

Mona Moncalvillo dejó este mundo hoy pero su inmortal legado se queda con nosotros para siempre.