La peculiar hospitalidad a lo exógeno desde una porción del gobierno provincial y un grupo inversor del sector turístico, a lo mejor no consiga prender del todo en el grueso de la población poco propensa a esta generosidad con los últimos arribos a Salta. De todas formas en el feriado largo el ministro de Gobierno, Ricardo Villada, insistió en inmunizar a este grupo de comprovincianos, impermeables a estos reclamos tendientes a practicar la solidaridad con los prójimos.
Una reciente publicación en redes sociales del titular de la cartera política provincial emitió un agradecimiento a la empresa de turismo “Silvia Magno”. De acuerdo a su línea argumental, esta firma merece una gran cuota de valoración por parte de los ciudadanos, dado que se puso “a disposición, en forma gratuita y solidaria” para trasladar hasta diferentes puntos del área metropolitana pasajeros provenientes de vuelos desde el exterior.
Estos gestos de desprendimiento, igualmente sin cargo y filantrópicos, fue lo que objetó el lunes 23 el jefe comunal de Campo Quijano, Cali Folloni, quien impidió ingresar en dicho ejido a un grupo transportado por una empresa homónima (a la que agradeció Villlada al día siguiente) con pretensión de arribar al hotel que coincidentemente tiene el mismísimo nombre. En el umbral del Portal de Los Andes, el alcalde se excusó en nombre de los quijaneños y encuadró este rechazo por el lado de cierto temor, quizás excesivo, por la pandemia.
Por las buenas.
Por ello, la convocatoria a esta apertura del corazón chocó el lunes por la noche con la imposibilidad de Folloni de convencer a sus representados. Y la ágil intuición de los visitantes en comprender la actitud de los esquivos anfitriones, mantuvo lustrosas y en su estuche algunas Ballester Molina .45 que –dicen, dicen- se pusieron a punto por si la cuestión se tornaba brava. Después, media vuelta hasta los monoambientes de barrio El Huayco.
Un desembarco que sobresaltó a los vecinos de la zona norte capitalina, no tanto por los timbrazos a deshora de los recién llegados –solicitando claves de wi fi o algún tazón con azúcar- como por sus posteriores recorridos haciendo un “ambiental” en la barriada. Paneo urbanístico que no fue cercenado por la cimarronada canina, aunque sí gatilló el cotilleo entre lugareños respecto a la tonada extraprovincial detectada en los recién llegados, algunos de ellos pocas veces vistos por allí.
Los pequeños inconvenientes en el éter político fue la primera hipótesis al respecto que emitió el Secretario General de la Gobernación, Matías Posadas; a lo que la intendenta capitalina, Bettina Romero, repuso en nombre de la emergencia que estas repentinas transmisiones en vivo más bien se registren 48 horas antes. En el gabinete titi erre impostaron una pizca de preocupación por estas fallas de comunicación, incluso entre familiares, al comparar el total cierre fronterizo dispuesto el domingo anterior por la provincia de Jujuy en la que Federico Posadas es ministro de Turismo.
Al llegar el nuevo día
Es así cómo en este mangrullo se atisban las primeras luces del jueves 26, a la expectativa de lo que podría ser el último núcleo de salteños repatriados que en el tramo final –provenientes de Europa- será transportado por “Silvia Magno”. Empresa que algunos lectores sugieren indagar ante posibles flirteos llamativos con gente hoy en cargos públicos, lo que no desmerece su accionar filantrópico.
Tal como publicó “Cuarto Poder” este miércoles, una salteña que reside en el Viejo Continente advirtió en cuanto a que los arribados este día “estuvieron en contacto con personas que entre el lunes” y ayer la prueba para COVID-19 les dio positiva. Claro que ello recaerá en lo descripto por Posadas que “cualquier persona ingresada a Salta será considerada de riesgo” y puesta en cuarentena, con una consigna policial. La que debería decir: “de acá no te moves”.
Desde este miércoles, el Ejecutivo nacional decidió el cierre total de fronteras y la prohibición para despegue o aterrizaje de vuelos internacionales, al menos por quince días más y que podría ser prorrogada por un lapso más extenso. Una señal en este sentido fue el anuncio presidencial que el Estado asistirá a los ciudadanos que no pudieron volver a tiempo con una ayuda económica, hasta tanto dure la emergencia.