Greenpeace bloqueó por segunda vez en la semana las cisternas que alimentan las topadoras en un desmonte. Los activistas irrumpieron en una finca del departamento de Rivadavia donde, según la organización, ya se destruyeron 1.500 hectáreas y otras 4 mil hectáreas corren riesgo.

El bloqueo ocurre a dos días de la intervención en la finca Cuchuy, donde las máquinas permanecen inmovilizadas por la presencia de los ambientalistas. “Seguimos fiscalizando los desmontes que se están llevando adelante con la responsabilidad de Urtubey y bajo las narices de las autoridades nacionales. Vinimos a hacer cumplir la Ley de Bosques, un trabajo que debería hacer el gobernador”. Sostuvo Martín Prieto, director ejecutivo de la organización. “Sólo en este bloqueo pudimos salvar más de 4000 hectáreas”.

Greenpeace denunció recientemente que las áreas en peligro por la modificación irregular del ordenamiento territorial de la provincia alcanzan las 150 mil hectáreas y que sólo en los últimos dos meses se desmontaron casi 7 mil. El reclamo de la organización incluye el fin de las recategorizaciones y la revisión por parte de autoridades nacionales de los permisos ya otorgados. “Para los bosques nativos, Urtubey y Romero son lo mismo. El ex gobernador no quería la Ley de Bosques e hizo lo imposible por esquivarla; hoy, Urtubey tiene exactamente la misma actitud y por eso los bosques están en peligro”, señaló Prieto.