La Fiscal de DDHH explicó que el Poder Judicial no tiene facultad para apartar a un miembro del Ministerio Público Fiscal y que, además, su trabajo en la causa contra el comisario Mamaní llegó a su fin al presentar las pruebas pertinentes.

El poder de la mafia policial es más grande de lo que muchos piensan. Ayer el juez de la Sala I del Tribunal de Impugnación, Luciano Martini, ordenó “apartar” de la causa Mamaní a la fiscal de DDHH Verónica Simesen de Bielke.

Cabe recordar que el comisario Walter Exequiel Mamaní es investigado por presuntos hechos de corrupción y abuso policial. Hasta por tirar disparos al aire para hostigar a un joven.
La decisión del juez llega a raíz de una medida solicitada por la defensa de ex auxiliar fiscal Sergio Dantur – investigado también por sus contactos estrechos con el comisario – aduciendo que la Fiscal ordenó el secuestro de un teléfono particular incumpliendo la metodología de rigor.

“Yo no me tomo nada a título personal, pero las cosas también hay que tomarlas como de quien vienen”, sostuvo Verónica Simesen de Bielke al ser consultada sobre la situación.
Además, explicó que el Poder Judicial carece de facultades para apartar de sus cargos a miembros del Ministerio Público Fiscal.

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