Lo que percibe un trabajador en nuestra provincia como salario promedio es el 75% de lo que recibe cualquier otro trabajador argentino según un estudio del IERAL de la Fundación Mediterránea, que también asegura que Salta siempre tuvo una mayor cantidad de trabajadores informales. (Gonzalo Teruel)
El salario medio en Salta es aproximadamente el 75% del salario medio de un trabajador argentino. El dato, crudo y descriptivo, se desprende de un reciente informe elaborado por la Fundación Mediterránea. El documento es, no obstante, generoso con la provincia al analizar la evolución de sus principales variables vinculadas al mercado laboral y asegura que “el salario real de los trabajadores salteños del sector privado formal se ha incrementado un 47% desde 1995, aumentando de esta manera el poder de compra de este segmento de empleados”.
De acuerdo al último “Informe de Coyuntura” del IERAL, el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana de la Fundación Mediterránea, las tasas de actividad, ocupación y desempleo en “el conglomerado de Salta se ubican por encima de los valores regionales y nacionales”. La descripción anexa indica que “el porcentaje de asalariados que se desenvuelve en el sector público asciende al 30%, mientras que los asalariados no registrados representan el 42% de los empleados en relación de dependencia de la ciudad de Salta”.
Las tasas de empleo y desocupación tuvieron en la provincia una evolución acorde a la recuperación económica que se logró en el país a partir de 2003, y según IERAL, la ocupación para Salta fue creciendo paulatinamente -a pesar de tener una pequeña caída en 2005- y la tasa de desempleo decayó a lo largo del período considerado. Sin embargo “a pesar de que la desocupación disminuyó considerablemente, Salta siempre se ubicó por encima de los valores nacionales y regionales”, dice descarnado el informe técnico.
En 2003 el desempleo en Salta estaba por encima del 14% pasando en la actualidad a rozar el 6%. En el NOA la variación fue de 10 a 4% aproximadamente y en el país la evolución fue del 10 al 5,4% de acuerdo a los números que maneja IERAL siguiendo estadísticas del INDEC.
Otros datos interesantes del mercado laboral salteño indican que el Estado -nacional, provincial y municipal- es el gran generador de puestos de trabajo asalariado para las personas entre 25 y 60 años pero, a partir de 2003, la tendencia fue que los puestos estatales disminuyan en proporción a los puestos generados por el sector privado.
“Salta se ubica en el medio de los valores obtenidos para Argentina y el NOA, partiendo de casi el 35% de puestos asalariados en el sector público a casi el 30% a fines del año 2012. A pesar de estar 5 puntos porcentuales encima del indicador para la Argentina, está 4 puntos por debajo de la región noroeste”, detalla el paper al que accedió Cuarto Poder.
La informalidad laboral o “trabajo en negro” es un tema presente en la mayoría de los países latinoamericanos y Argentina no es la excepción. Al respecto, el documento de IERAL advierte que “Salta siempre tuvo una mayor cantidad de asalariados informales en proporción a toda la masa asalariada, llegando a alcanzar un pico del 54% en el año 2004” y señala que “a pesar de que hay una tendencia a reducir esta informalidad, el último dato disponible arroja que el 42,7% de los asalariados no están registrados y no tienen los beneficios de poseer un empleo formal amparado por las leyes laborales”. Un trabajador salteño formal que se encuentre en el sector privado tiene un salario real un 47% mayor al mes de marzo del 2013 con respecto al mismo mes del año 1995. En Argentina esta cifra positiva, aunque menor, alcanza el 38%.
Pese a ser un centro de estudios de orientación liberal y vinculado al gobierno de Carlos Menem, la Fundación Mediterránea reconoce en su trabajo técnico que “mientras para la década del 90 y hasta 2003 el salario de Salta representaba, en promedio, hasta el 70% del total del país, en este año -al mes de marzo- este porcentaje asciende al 74,5%”. La última década fue “ganada” para la provincia de Salta en materia laboral pero aún queda mucho por mejorar. Los gobiernos nacional y provincial deben, todavía, establecer un marco de desarrollo empresarial que genere trabajo genuino y pague sueldos acorde a los del resto del país.