Hace 10 días publicamos una nota en la que hablábamos de las vicisitudes del Servicio de Atención Medica de Emergencias y Catástrofes, más conocido como el SAMEC. Se conocieron novedades aún más graves. 

Esta vez se trataba de acoso sexual/laboral, conducta persistente ejercida sobre un empleado por parte de un superior jerárquico, encaminada a infundir intimidación y angustia y causar perjuicio laboral, generar desmotivación o inducir la renuncia, según el artículo 2° de la Ley 1010 del 2006.

Nuestras notas se publicaron en el sitio web y en las redes sociales más usadas, entre las que ocupa el primer puesto Facebook. Es allí donde se produjo una seguidilla de mensajes, todos similares, por ejemplo de enfermeras a quienes les resulta «inimaginable la idea de que uno de sus jefes, personas con prestigio y mucha trayectoria hagan algo tan denigrante como acosar a sus compañeras”.

También es llamativo que cada una de ellas hayan recibido las mismas indicaciones; y que todas lo publicaran al mismo tiempo.

Fruto de nuestra nota, surgió un pedido del Director General del servicio, Fabián Argüello, expediente N° 221- 28562/ 2021, por el cual se solicita una auditoría del organismo respecto a lo expuesto, sobre todo en lo referido al otorgamiento de horas guardias a cambio de un 5% del sueldo o «algún favor sexual».

En caso de ser una verdad comprobable sería un escándalo mayúsculo, pero también deja muy claras dos cosas. Una, que Arguello no estaba al tanto de lo que estaba pasando en el organismo que dirige y otra que no pone las manos en el fuego por nadie.

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