La importancia de la interseccionalidad. (Andrea Sztychmasjter)

Evidencian el fuerte peso del patriarcado presente en las comunidades indígenas de Salta. Las violaciones en grupo o en “manada” como suelen denominarlas, develan ese “pacto” masculino y la complicidad necesarias para que sigan ocurriendo. Aunque estas violaciones ocurren en todas partes del mundo, (en Argentina recientemente se difundió un caso en Chubut) en las comunidades indígenas se complejiza aún más el acceso a la justicia, sobre todo por la imposibilidad de las propias víctimas de contar lo sucedido y por la falta de intérpretes de su idioma.

La semana pasada la fiscal penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual de Orán, María Soledad Filtrín Cuezzo, imputó a cuatro hombres acusados del delito de abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por la participación de dos o más personas y por el uso de arma en perjuicio de una menor de 16 años, en Rivadavia Banda sur.

Surge del decreto de imputación “que los acusados abusaron sexualmente de la menor, quien estaba bajo los efectos del alcohol y no pudo consentir libremente el acto que afectó su libertad sexual”. El hecho es agravado por el número de participantes y por el uso de un arma de fuego, ya que surge de las denuncias que uno de los imputados portaba una pistola y amenazó a la menor para que no los denunciara.

La adolescente perteneciente a la comunidad Misión Wichi de Rivadavia Banda Sur “fue hallada por personal policial en la vía pública en estado shock, muy nerviosa y llorando”. Su madre posteriormente radicó la denuncia en la fiscalía.

Cuerpos femeninos: La primera colonia humana

Enrique Dussel en “1492 El encubrimiento del otro. Hacia el origen del mito de la modernidad» (1994) habla de “la colonización del mundo de la vida (Lebenswelt)”, allí refiere que la colonización de la vida cotidiana del “indio y de la india” fue el primer proceso “europeo» de «modernización», de civilización, de “subsumir» (o alienar), al Otro como «lo Mismo». En ese sentido se refiere que mutaron de ser objeto de una praxis guerrera y violenta a una praxis erótica, pedagógica, cultural, política, económica; del dominio de los cuerpos por el machismo sexual. Allí el conquistador moderno, guerrero y violento era además un “ego fálico”.

Se percibe así que la dominación sobre el cuerpo de las mujeres en América se dio con la propia complicidad de los mismos varones de las comunidades quienes permitieron esta violencia de los colonizadores.  La filosofa María Lugones explica que esto pudo darse porque la “colonialidad” logró romper con los vínculos de solidaridad, complementariedad y reciprocidad entre hombres y mujeres, formulando así posiciones antagónicas entre ellos. Lo que los conquistadores lograron fue una guerra interna, que sobre todo los deshumanizó. De esta manera Lugones plantea que el concepto de raza y género se producen al mismo tiempo en el proceso de conquista y colonización. En esta línea de pensamiento, el género se configuraría como una construcción netamente colonial, con una facultad de poder capaz de romper pueblos y cosmologías.

Interseccionalidad

Para entender cómo funciona este sistema, teóricas feministas han abordado el concepto de interseccionalidad que sirve para entender aquello que no se ve cuando categorías como raza y género se conceptualizan como separadas una de otras.

“Las hembras no-blancas eran consideradas animales en el sentido profundo de ser seres «sin género», marcadas sexualmente como hembras, pero sin las características de la femineidad. Las hembras racializadas como seres inferiores pasaron de ser concebidas como animales a ser concebidas como símiles de mujer en tantas versiones de «mujer» como fueron necesarias para los procesos del capitalismo eurocentrado global”. (Lugones, 2008: 94)

A partir de los feminismos negros la interseccionalidad plantea la premisa de que el género, la clase y la raza no pueden explicar la experiencia vivida ignorando los puntos de intersección. El análisis feminista de la interseccionalidad se caracterizó también por denunciar la perspectiva sesgada del feminismo hegemónico (o blanco) que, promoviendo la idea de una identidad común, invisibilizó a las mujeres de color y que no pertenecían a la clase social dominante.

“Rameo”

“Ramear” significa arrastrar, “arrastran de los pelos” a las niñas de las comunidades en grupo o en solitario, lo hacen como “rito de iniciación”, práctica que fue incluso extendida a los festejos del Carnaval, y que es vista como una “tradición” al igual que la práctica que también sobrevive con el nombre de  “derecho de pernada”. En el «rameo» varones blancos violan y luego devuelven a sus comunidades a jóvenes menores de edad sin ningún tipo de sanción. El odio racial queda impreso. Durante décadas mujeres indígenas han intentado denunciar tan aberrante acto. Referentes como Octorina Zamora, del pueblo wichi; Noelia Chumbita, del pueblo diaguita; y Moira Millán, del pueblo Mapuche, se han referido a esto como constantes abusos sexuales en todas las comunidades Wichí, Qom, Pilagá, Moqoi, entre otras. «Esto es posible por la impunidad que se disfraza de ‘costumbre cultural’, pero esto no es cultura, es un crimen racista y queremos que se termine esta práctica atroz», explica Noelia Chumbita.

“Chineo”

El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir comenzó a principios de año una campaña para exigir que se termine el “chineo”. «La violación a les niñes indígenas es criminal, desde hace siglos les niñes indígenas, entre los 8 y 10 años, sufren violaciones por parte de criollos con cierto poder económico y social, que les eligen a modo de rito iniciático de la sexualidad», explicó Moira Millán, al mismo tiempo que demandó «condena inmediata para los abusadores».

“El racismo, la misóginia y el machismo, es la triada que nos asesina todos los días con impunidad, cada mujer indígena violada está sola institucionalmente, sola frente a las autoridades comunitarias y sola socialmente. Acabará cuando deje de ser un dolor en soledad y se convierta en rabia organizada de todes. Cuando denunciamos el chineo nos referimos a esto”.