La sanción a Claudio del Pla por los incidentes de mayo terminó con un “llamado de atención”. Javier David planteó que tanto tiempo hablando de eso fue una pérdida de tiempo. Acusó a Del Pla de tergiversar las cosas pero pidió que la sociedad, y no la cámara, juzgue esa conducta propia de políticos.
Como se recordará, Claudio del Pla fue acusado de incitar a los hechos que culminaron con docentes rodeando la cámara de diputados e impidiendo la salida de trabajadores y diputados. La situación motivó un pedido de sus pares para someterlo a una cuestión de privilegio que culminó con un “llamado de atención”, se refirió al respecto el diputado del Frente Salteño, Javier David, que fue el presentó un dictamen propio sobre la cuestión de privilegio planteada contra el diputado trotskista por su conducta el pasado 6 de mayo cuando manifestantes impidieron durante horas la salida de diputados y empleados de la Legislatura. Javier David planteó a los medios radiales que discutir más de un mes sobre ello era un contrasentido.
El dictamen de Javier David planteó que de las pruebas no resultaban concluyentes para establecer una vinculación causal entre Del Pla y los hechos del 6 de Mayo. Eso no le impidió afirmar que la actitud reprochable “del Diputado Del Pla tiene que ver con expresar delante de los manifestantes (horas antes de los hechos), aseveraciones falaces o tergiversadas de lo tratado en la Comisión de Legislación General que podrían haber incidido en el ánimo de aquellos para desatar algunos de los incidentes sucedidos en ese día. Que si bien es cierto que no va a ser la primera vez que un político tergiversa los hechos para buscar rédito frente a un sector, en el caso que nos ocupa la conducta desplegada debe ser reprochada pues las circunstancias ameritaban de todo legislador la mayor de las prudencias y actuar con responsabilidad en orden a proteger y salvaguardar el ámbito de discusión libre y democrático que debe existir en nuestra Legislatura. Que sin perjuicio de lo expuesto, estamos convencidos que la sanción a un legislador, cualquiera fuera su signo político, por sus actividades, actitudes o dichos debe ser una instancia absolutamente excepcional y que ante la duda debe priorizarse la absoluta libertad, siendo la sociedad la que en definitiva valorará las mismas”.
Por ello David terminó planteando que “la investigación que se ha efectuado sobre la conducta desplegada por el Diputado Del Pla constituye suficiente llamado de atención acerca de las conductas y responsabilidades que todo miembro de este Cuerpo debe guardar y que la Cámara en su conjunto debe defender con firmeza”. Dicho eso, solicitó que se dé por terminada la cuestión, aun cuando el artículo 2 de su dictamen rezaba lo siguiente: “Determinar que la conducta asumida por el Diputado Del Pla durante los incidentes de fecha 6 de Mayo merece la atención de esta Cámara por imprudentes en su contexto, sin que ello amerite una sanción mayor que el reproche que aquí se concluye”.