Desdibujado, el ministro de Seguridad se encierra en su laberinto, mientras la pandemia se hace sentir en el provincia. 

Juan Manuel Pulleiro está cada vez más retraído. Mientras la misteriosa desaparición de los 800 kg de hojas de coca es cada vez más escandalosa, también quedan en evidencia las falencias en la gestión de Seguridad, donde el 12% de policías ni siquiera está yendo a trabajar e incluso ya es cuestionado por el fallecimiento de un efectivo por coronavirus.

Sin embargo, Pulleiro, no acepta consultas, no habla con la gente ni con los suyos, lo cual, sin duda afecta la imagen de gestión del gobierno provincial: justo ahora cuando la seguridad debe ser un tema central, tenemos a un ministro ausente.

Ayer el secretario de gobierno, Matías Posadas, dijo que habría un cambio en los súperpoderes a la policía. Por su parte, el Senado, pidió que informe sobre los más de 800 kg que debían a ir a comunidades y no se sabe a donde fueron a parar.

Al igual que Medrano, Pulleiro parece desconectado de la realidad. Ni un parte de prensa explicando lo ocurrido con las hojas de coca ni entrevistas a la prensa llevando tranquilidad a los salteños.

Cada vez más inocultable, cual acullico de gaucho después de comer «asao», es la pésima labor del coronel retirado.