Un informe de Fundara entrega nuevos y preocupantes datos sobre la realidad empresarial y laboral en la provincia: desde el 2013 las empresas y el empleo industrial de por sí pobre, mostró una tendencia decreciente.

Sin rodeos el breve documento advierte que “la dinámica empresarial, asociada a la cantidad de empresas generadoras de trabajo registrado, no mostró una evolución favorable en Salta durante la última gestión” y revela el estancamiento de las series estadísticas asociadas a empresas y trabajadores formales en la provincia.

En efecto, entre 2003 y 2013 la provincia tuvo crecimiento en la cantidad de empresas y en la cantidad de empleos y sólo mostró mínimas caídas en 2011 (empresas) y en 2008 (empleos). Pero en el último periodo, 2013 a 2015, la tendencia se revirtió y ambos indicadores cayeron.

“En el caso de la primera serie se puede observar que desde el año 2010 tiene crecimientos interanuales ínfimos, en promedio en este periodo, la cantidad de empresas creció un 1,43% año a año” asegura el informe en base a datos oficiales del INDEC y añade que “el panorama con el empleo registrado es un poco menos alentador, dado que esta serie llegó a su máximo en el año 2013 y aún no puede recuperar dichos valores”.

De acuerdo a estos datos, en los últimos 3 años (2013, 2014 y 2015) en la provincia “se perdieron 8.833 puestos de trabajo registrado que no se volvieron a recuperar”. La explicación se encuentra en una tasa de cambio neto de empresas (entendida como la diferencia entre la tasa de apertura y la tasa de cierre de empresas) muy cercana a cero, lo que implica un estancamiento de la actividad económica, sobre todo aquella relacionada a la generación de empleos en blanco.

“El sector más afectado en la provincia fue el de la Industria que durante los años 2012 a 2014 tuvo tasas negativas, del -0,8%, -0,2% y -0,5%, respectivamente. El sector del Comercio es el que mejor panorama muestra, en relación a los demás sectores, aun así el crecimiento que registra en los últimos cuatro años no supera los crecimientos anuales alcanzados antes del año 2010” detalla el documento técnico y confirma que la serie que representa “la totalidad de las empresas” evidencia también tasas “planchadas”.

“Los incentivos para la radicación de emprendimientos privados en la provincia, brindados por parte del gobierno no fueron suficientes para generar cambios visibles en este aspecto” concluye el breve reporte.

En efecto, esa inexistencia de nuevos emprendimientos empresariales, generadores de empleos registrados, fue confirmada meses atrás por otro relevamiento del INDEC sobre el trabajo “en negro” en el país. Al término del primer semestre, la provincia se ubicó en el primer lugar a nivel nacional con una tasa de trabajo informal del 44,8% por encima de Tucumán (42,3%), Santiago del Estero (38,1%), La Rioja (33,4%), Catamarca (32,5%) y Jujuy (29,2%).

“El empleo ‘en negro’ alcanza su mayor nivel en las provincias del Noroeste, donde se ubica en el 39%, seguida por la región Cuyana y la del Noreste con un 33,9%, en la región Pampeana es del 33,7%, mientras que en el Gran Buenos Aires la informalidad es del 32,4%. La mejor situación laboral en cuanto a tasa de empleo no registrado se observó en la Patagonia, con un 16%” detalló Cuarto Poder en un artículo publicado el pasado mes de octubre en el que dio cuenta que la provincia supera en más de 10 puntos porcentuales a la media nacional (44,8% a 33,4%) en el índice de trabajo informal.

La situación descripta por Fundara, la Fundación para el Análisis y la Reflexión de Argentina que dirige la funcionaria nacional Bettina Romero, es especialmente preocupante porque todas las estimaciones, públicas y privadas, nacionales y provinciales, anticipan números aún peores para el final del presente año. Cuarto Poder intentó comunicarse con el ministro de Trabajo, Eduardo Costello, para conocer su valoración de los datos presentados, las proyecciones a futuro y las políticas a implementar pero no tuvo éxito.