Siguiendo con el sistema médico, pero esta vez desde el sector público, el Dr Marcelo Nallar presentó el año pasado ante las cámaras legislativas un proyecto de ley que propone cambiar la modalidad de trabajo para los médicos del sistema sanitario público. La iniciativa planteaba la medición de la producción como alternativa al control de asistencia por horario.

Este proyecto, a prueba de vagos y especuladores, toma la idea que de nada sirve que haya un médico seis horas tomando café, buscando excusas para no hacer nada. «Es mucho más efectiva la persona que viene dos horas, opera a dos pacientes, hace tres consultas posquirúrgicas y se va a su casa, que el que estuvo seis horas», explicó el gerente del Hospital de autogestión, Arturo Oñativia.

Actualmente el sistema sanitario público controla a su plantel profesional mediante cargas horarias, que pueden ir de 30 a 48 horas, mientras que el sistema privado mide ma producción de cada profesional. Simple, si no produce, no cobra.

El proyecto surge del sistema sanitario inglés, que propone un régimen mediante créditos. Un piso de 1500 créditos, equivalen a 30 horas. Los créditos se dividen entre las diferentes prácticas, pudiéndose establecer diferentes puntajes para cada actividades, yendo desde lo sanitario hasta lo administrativo. Se asignan puntos extra si cumple con tareas administrativas, por ejemplo llenar el protocolo quirúrgico, para que cubra la obra social, si es que el paciente la tiene, teniendo en cuenta que en caso de no llenarlo se ocasiona una pérdida para el hospital. Y en caso de que hagan tareas científicas se planean créditos extras para esa actividad.

Una cirugía en el Oñativia equivale a 40 créditos, pero esa misma práctica en Tartagal equivale a 80 créditos, para  fomentar el traslado de profesionales a lugares donde no hay especialistas.

En caso de no llegar a los créditos, este sistema también serviría como diagnóstico y guía para la distribución del recurso humano, ya que todos los médicos son empleados del ministerio de Salud Publica y no de un hospital en particular. Habilitando el traslado de acuerdo a la real necesidad.

El proyecto, que ya cuenta con el visto bueno del Colegio de Médicos, solicita modificar el inciso N del artículo 11 de la ley 7.678, del estatuto de la carrera sanitaria.

El primero en probar el sistema como era de esperarse,  fue el hospital Oñativia, que durante el primer mes tuvo el doble de cirugÍas de lo que venían haciendo y en mucho menos tiempo.

Otro que quiere implementarlo es Santiago Payo, gerente del hospital de Tartagal, ya que, luego de tantas pérdidas durante la gestión de Lopez, este sistema lograría que los médicos realicen la  prestación de un servicio remunerado atento a lo producido. Tendrían la posibilidad de trabajar sin vivir allí, obteniendo un beneficio para ambas partes.