Concluyó la primera semana del juicio por el femicidio en Vaqueros. Durante la jornada del viernes declararon peritos del CIF, un subcomisario, investigador de la Unidad de Delitos Económicos del Ministerio Público que presentó los informes que validan la hipótesis que la mató «un grupo organizado con logística» para sustraer un bolso con dinero y estupefacientes. (Por Andrea Sztychmasjter)

Durante la jornada del viernes en el juicio que se lleva adelante contra los imputados Sergio Vargas, en calidad de partícipe secundario de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria y el esposo de la víctima, Nicolás Federico Cajal Gauffín, juzgado por encubrimiento agravado, la Fiscalía se mostró interesada en validar la hipótesis que surgió de una pericia científica que indicaría la presencia de dólares y estupefacientes en un maletín ubicado en una de las habitaciones de la vivienda de Vaqueros. El mismo bolso que otra pericia arrojaría tendría presencia de manchas de sangres en una de las manijas y en donde se encontró perfil genético de un hombre no identificado.

Pericias meses después del asesinato

El testimonio del subcomisario Juan Pablo Sánchez, jefe de la unidad de Delitos económicos del CIF, fue no solo extenso sino cargado de subjetividades que no pudieron ser evitadas pese al entrenamiento de 17 años que dijo tener en investigaciones o quizás por eso mismo. Sánchez manifestó además haber trabajado durante 13 años en la Unidad de Drogas peligrosas. Al iniciar el relato y dar la explicación detallada de sus sendos informes sobre las pericias realizadas a los celulares de Vargas y Cajal y los sistemas de alarma de la vivienda, sin embargo el hoy jefe aclaró: “No es interpretación mía sino cuestiones que surgen de las pericias forenses”.

Destacó que al asumir la investigación detectó que existían inconsistencias en las conductas informadas por Vargas y Cajal, por lo que se diligenciaron medidas de análisis que hasta ese momento no se habían iniciado. Estas inconsistencias detalló, apuntaban a la desconexión intempestiva de la alarma y al patrón de comunicaciones telefónicas: “La desconexión previa de la alarma fue un dato llamativo que Cajal no lo advirtió”,  por lo que explicó, realizaron una hipótesis inductiva por considerar la desconexión de la alarma como dato anormal que haya ocurrido en esas circunstancias, justo un día antes del asesinato de Jimena.

Encargado de la realización de informes de la Unidad especial de investigaciones del CIF pasados los 6 meses del crimen, detalló que los análisis iniciales se realizaron junto a varios cuerpos de investigaciones de la que participó la división de Homicidios. Estas labores consistieron en informes de análisis pericial y tareas de campo. Especificó que la pericia al celular de Vargas se realizó recién en el año 2019 y que aunque solamente advirtió el uso de un solo dispositivo en realidad detectaron que el imputado tenía cinco líneas registradas a su nombre, ocho chips y cuatro perfiles de Facebook.

Otra instancia que marcó como dato llamativo además de las conductas omisivas con relación al detalle de la alarma, fueron las comunicaciones telefónicas realizadas por Cajal el día del hecho –hechas a varios compañeros de trabajo, minutos posterior al hallazgo- y a la posible existencia de dinero en efectivo en su domicilio. Señaló que a raíz de esto los investigadores inicialmente trabajaron con una premisa falsa.

Respecto a las pericias realizadas a las líneas de Vargas, el investigador junto a la Fiscalía destacaron un dato que a sus pareceres le resultó llamativo relacionado con las búsquedas realizadas por el acusado en Internet durante un año y medio. El perito mencionó que del total de consultas, solo existe una visita a un medio de prensa, registrada el día posterior al crimen en Vaqueros, cuando en realidad no era habitual que Vargas acceda a páginas de noticias. Por lo que infirieron, el acusado intentó buscar información relacionada al hecho aunque de las profundas pericias informáticas no se pudo detectar a qué noticia había consultado.

Hipótesis: Grupo organizado con logística 

El investigador contó que de las pericias telefónicas detectaron que Jimena Salas intentó subir -apenas minutos antes de su asesinato- una publicación al grupo de Facebook de la Red de Vecinos de Vaqueros. La publicación de la que peritos obtuvieron una imagen detallada que reflejaba que Jimena había escrito en su red social sobre la pérdida del perrito caniche y que acompañaba junto a la imagen que le había sacado al hombre con el animal, que sin embargo no llegó a publicar. Según los registros referidos a las 12.37 hs del 27 de enero de 2017 Jimena saca tres imágenes consecutivas con su celular del hombre con el perro, a las 12.48 hs intenta subir la publicación a Facebook y a las 12.51 hs finaliza la actividad operativa del teléfono. Estas secuencias hacen suponer según indicó el subcomisario Sánchez, que durante esos minutos desde que saca las imágenes hasta que el celular se apaga, los asesinos marcaron el lugar o a la persona. “Esos 11 minutos nos hacen presumir sobre la complejidad y la logística con la que se manejaron los homicidas en cuanto a los diferentes vehículos y el número de personas que actuaron”.

Para el investigador “claramente” estos movimientos reflejaron que los asesinos “ubicaron a la persona, dejaron el perro (…) y de esa manera coordinaron con los otros autores para cometer el hecho ya habiendo identificado a la persona que querían identificar”.

El testigo ratificó que Cajal omitió decir que en la vivienda había un bolso con dinero. Información que de conocerse en un primer momento hubiera sido de vital importancia para indicar la investigación así como los recursos. Consultado por la defensa sin embargo el investigador no pudo afirmar si existen certezas periciales que indiquen que en el momento del hecho efectivamente había dinero en ese bolso así como sustancias estupefacientes. “Llama la atención que la persona vinculada con la víctima instala en un primer momento que fue un robo y que incluso por un ‘perro de mierda’ la mataron”, declaró.

La psicóloga online

Entre las testigos citadas para esta jornada estuvo una psicóloga que emitió su testimonio a través de videollamada y a quien se le encomendó la realización de un informe destinado a reconstruir la personalidad de la víctima. La profesional precisó que su trabajo se basó en entrevistas realizadas a 26 personas entre las que se encuentran familiares, amigas y conocidos de Jimena Salas. En cuando a su relación con Cajal, las personas consultadas expresaron que no se encontraba en su mejor momento y que Jimena se sentía un poco sola. No obstante, se advertía que el diálogo en la pareja era fluido y que no le faltaba contención afectiva.

Otra mujer

Durante la jornada también declaró la mujer con quien el imputado Cajal admitió haber tenido una relación cuando declaró el primer día del juicio. La testigo dijo que conocía a Cajal porque eran compañeros de trabajo en Garbarino y que su relación comenzó en 2011 o 2012. Dijo que se veían esporádicamente y que se comunicaban por WhatsApp y por llamadas telefónicas. Los encuentros al principio se concretaban en Salta y luego, cuando a él lo designan gerente regional, en Jujuy. La testigo aseguró que nunca tuvo conflictos con el imputado porque ambos sabían que era una relación “para pasar el rato y nada más”.

Señaló que después del hecho volvieron a verse después de transcurridos unos meses en la vivienda de Vaqueros. Manifestó que la relación continuó durante unos meses. Hasta que en octubre o noviembre de 2017 o 2018 –la testigo dijo no recordar bien la fecha- se distanciaron a raíz de que el jefe de Cajal, en Buenos Aires, se enteró de su relación y le expresó su reclamo.

Ausentes

El ingeniero Pablo Albiero estaba citado a declarar pero no se hizo presente. Aunque desde la Fiscalía aclararon que no consideraban necesaria su presencia, la defensa pidió por su testimonio. Además falta el testimonio del subcomisario Sergio Costello, que tiene previsto declarar el día martes.