La pandemia parece haber desplazado de la agenda el hecho de que tres departamentos del norte continúan en Emergencia Sociosanitaria. En una de las comunidades wichís más importantes de San Martín siguen a la espera de una obra anunciada en mayo de 2020. 

 

Con la amenaza de una segunda ola de contagios de Covid-19, muchos parecen haber olvidado que los departamentos: Orán, San Martín y Rivadavia, continúan en emergencia sociosanitaria por hechos graves de desnutrición y deshidratación. Tal es así, que pocos recuerdan los grandilocuentes anuncios del gobierno provincial para la realización de obras en las comunidades originarias.

Una de las más importantes fue la instalación de la nueva red de distribución de agua, anunciada en mayo de 2020, pero nunca concretada. El proyecto es de vital importancia, dado que las más de 5000 personas que habitan en la Misión, hoy se abastecen mayoritariamente de las bombas potabilizadoras del Ejército Argentino.

En la comunidad hay una bomba instalada por misioneros anglicanos en 1973 para el cultivo, pero que actualmente es insuficiente para el abastecimiento de la comunidad. Además, el número de habitantes creció desde entonces y muchas familias no lograron acceder nunca al agua potable.

«Cuando se fueron en 1996 (los misioneros anglicanos), el gobierno provincial hizo las cañerías para la comunidad. Desde entonces, nunca hicieron los cambios de los tubos PVC. Los expertos dicen que hay que cambiarlos cada 3 años», comenta el activista wichí de Misión Chaqueña Omar Gustiérrez. «Yo lo padecí casi toda la vida. Es lamentable lo que hace el gobierno. Ellos prometen y nunca hacen nada. O sólo hacen cuando se les da la gana».

El proyecto fue puesto en órbita en mayo del año pasado y desde el ministerio de Infraestructura proyectaron que para junio iba a estar ejecutado. En agosto del año pasado, en una reunión con habitantes de la comunidad, les aseguraron que en caso de que los fondos de Nación no llegasen, sería la provincia la que se hará cargo de la obra. No obstante, al día de hoy no se concretó ni siquiera la licitación.

«El ejército no puede estar siempre, el día que ellos se vayan va a explotar todo. Como pueblo estamos cansados por la falta de agua, en plena pandemia de coronavirus no tenemos siquiera para lavarnos las manos», añade Gutiérrez.

Por último, desde la comunidad hicieron un llamado a la solidaridad a ONG’s y fundaciones que quieran contribuir con la concreción de las obras. «Esperamos buenas respuestas, sean del gobierno, la sociedad o las ONG’s. Lo ideal sería poder contar con una bomba nueva para Misión Chaqueña», concluyó.