Los términos “impactante” o “impresionante” se reiteraron este fin de semana, a raíz de nuestra portada para la edición de este 14 de marzo. Con ella, “Cuarto Poder” expresa una doble pretensión tendiente a amedrentar a este medio, debido a publicaciones en la tónica habitual que gran parte de la sociedad salteña espera con el fin de estar informada.
En parte, es una reivindicación de este derecho –el de informar y a estar informados- contemplado en pactos internacionales que gozan de rango constitucional y, por lo tanto, plenamente operativos. Un contexto en el que llama la atención que señores como Godoy y Romani, ambos por el hecho de ostentar títulos de abogados imbuidos de esta normativa ampliamente conocida, enarbolando reclamos por noticias de interés público de la que parecieran pretender privar al resto de los salteños.
Su misma condición de representantes institucionales de trascendencia y alcance los inviste de una importante cuota de poder, sin embargo cuando ésta es ejercida con el aparente objetivo de contar con preeminencia ante los órganos jurisdiccionales, tácitamente expresa las desventajas en comparación a miles de ciudadanos actualmente impedidos de acceder al servicio de justicia (y por razones de mucho mayor peso que en los casos antes mencionados).

La pretensión desbarrancada

En este sentido, nuestra posición como periódico está muy lejana a invocar liberación de responsabilidad alguna, en función de lo publicado o lo que fuese a difundirse en el futuro. Ello en la inteligencia que las dos notas que se fundamentan como el objeto de sendos reclamos mellizos, carecen de todo tinte o contenido que pudiere originar queja formal ante datos falsos o que a sabiendas que son apócrifos igual se los publicó con la sola misión de difamar. Nada más lejano a nuestra motivación.
En cambio, una conjetura a tener en cuenta es la característica en la que se hermanan ambas figuras públicas, como es la autopercepción de ser merecedores únicamente de panegíricos y recompensas varias. Demanda para la que habrá, posiblemente, otros espacios de difusión. Pero no este, precisamente, el que mantiene su tradición de utilizar la ironía y el humor, además de datos sobradamente contrastados y pocas veces refutados por organismos oficiales.
Por lo demás, el que uno de estos abogados haya recorrido últimamente algunos despachos judiciales, de manera casi coactiva, al suponerlos fuentes de la información publicada por “Cuarto Poder” va en contra de su intentona por mantener bajo perfil. Al igual que su multicausal aparición en eventos oficiales, ya sea en representación de “La Obra” o de La Cámpora.
Finalmente, respecto a uno de estos halos de reclamo en que apelan a la familia…Una vía posible de mantenerla al resguardo de la tarea periodística, a lo mejor sería que se hubiera eludido mocionar a varios de quienes la integran para cubrir cargos electivos, en la administración pública o en derivaciones corporativas de entidades financieras. Caso contrario, se incrementa la posibilidad que la ciudadanía exija información al respecto, como también segmentos de la prensa dispuestos a cubrir tal demanda.

En idéntico sentido, la interpretación en contrario de lo literal, va el tachón en el lugar que habitualmente suele encontrarse el nombre de nuestro medio que se encuentra en la tapa de este sábado.