La visita de Tinelli y Marcelo Mindlín, fue el hecho de la semana y nadie se volvió a su casa sin su foto con el “cabezón” y con Gustavo. Pamela Ares, actualmente miembro del Consejo de Coordinación de Políticas Públicas de la Nación, no fue la excepción.

La funcionaria nacional radicada en estas tierras, que ha sabido aprovechar muy bien sus influencias dentro del kirchnerismo para conseguir cargos públicos, es una especialista en el cholulaje y las formas.

Ligada siempre al peronismo, la esposa de Gonzalo Quilodrán, con quien dice “comparten el amor y un proyecto común”, en los últimos días, se la vio posando muy sonriente junto a Gustavo Sáenz, a quien suele criticar por redes sociales.

La integrante de la Mesa Argentina contra el Hambre, junto a Victoria Tolosa Paz, de quien depende, es oriunda de La Pampa, y desde joven comenzó el pedregoso camino de escalar en cargos públicos: en el 2003 ya trabajaba como asesora del en el Senado de la Nación de Rubén Marín, tarea que desempeñaría luego con la senadora María Higonet, claro está, con sueldos bastante extravagantes para el común de la gente. Se dice también que durante 2015, fue ñoqui del senador Daniel Anibal Lover, del Partido Justicialista de La Pampa, mientras estaba en Salta.

Su pareja es otro representante fiel del kirchnerismo en Salta, y que gracias a eso, consiguió un puesto en ENACOM, tras su fracasado intento de ser el intendente de la ciudad capitalina. Con Ares viven hace varios años ya en Salta, en donde  ya ocupó cargos importantes como en el Observatorio de Violencia contra la Mujer, donde se fue en malos términos. Tuvo también un frustrado intento de ser diputada provincial del Frente Salteño, el partido de Javier David.

Pamela Ares se muestra como “opositora” al gobierno de Gustavo Sáenz, pero no tuvo problemas en arrimarse para figurar.

Si de algo puede jactarse “pame” es de su sonrisa. Despues de todo no tiene que forzar tanto su estado de ánimo. A ella le sigue yendo bien.