Pedro Serrudo consiguió que el Ministerio de Trabajo de la Nación homologue un Convenio Colectivo que favorece a la UTM en desmedro de los otros gremios municipales. (Gonzalo Teruel)

“Lo tuyo es mío y lo mío es mío”, puede decirle, palabras más, palabras menos, Pedro Serrudo a cualquiera de los miles de trabajadores municipales. Ocurre que el titular de la Unión de Trabajadores Municipales consiguió que el Ministerio de Trabajo de la Nación homologue un Convenio Colectivo que le resulta muy favorable.

El convenio en cuestión establece que “la Municipalidad retendrá de todos los trabajadores municipales (…) el importe correspondiente al 1,5% de todos sus haberes remunerativos” pero a continuación aclara que a los socios de la UTM “no les es aplicable” dicha retención por estar incluido en la cuota sindical. Además, el convenio obliga a la Municipalidad a aportar “mensualmente a la UTM el 1% del total de los haberes remunerativos y no remunerativos mensual, normal, habitual y permanente de los trabajadores (…) en concepto de contribución solidaria del empleador”.

A excepción de los afiliados a la UTM, todos los trabajadores municipales -agremiados y no agremiados- hacen un “aporte solidario”. Al igual que sus empleados, también “la Muni” hace un “aporte solidario”.

Por partida doble, el gran beneficiado con la firma de este convenio es Pedro Serrudo: maneja esos cuantiosos recursos para “contribuir a gastos de prestaciones de carácter social” y, además, fortalece su influencia gremial al evitarle el descuento a sus afiliados. Esta última consideración motivó que otra de las organizaciones gremiales de la comuna impugnara la rúbrica del Convenio Colectivo. “El convenio es discriminatorio y por eso lo objetamos y vamos a seguir reclamando”, aseguró César Molina, titular de la Asociación de Empleados Municipales de Salta. En el mismo sentido, consultado por Cuarto Poder, un abogado que asesoró al Sindicato de los Empleados de Comercio en Salta y en Buenos Aires reconoció el texto “es ambiguo y permite una discrecionalidad poco frecuente”.

El expediente llegó hasta Buenos Aires y fue resuelto a favor de Serrudo y su gremio por la mismísima secretaria de Trabajo de la Nación, Noemi Rial, el pasado 29 de octubre. El argumento utilizado por la funcionaria nacional fue de forma y no de fondo. “Corresponde desestimarla formalmente habida cuenta que dicha asociación sindical carece de personería gremial, lo que conlleva a su falta de legitimación para intervenir en procedimientos de naturaleza colectiva”, dice la resolución en cuanto a la impugnación efectuada por ADEMUS.

Por el contrario, desde Salta, Molina aseguró que su organización tiene efectiva inscripción y habilitación legal confirmada el año pasado por un histórico fallo judicial sobre “libertad sindical”. En efecto, el fallo pertenece a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y convalidó el reclamo de ADEMUS en contra de la reducción salarial del 30% para los municipales dispuesta en 2003 por el entonces intendente de Salta, Alejandro San Millán. Siguiendo las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo los jueces Carlos Fayt, Eugenio Zaffaroni, Juan Carlos Maqueda y Enrique Petracchi dictaminaron entonces que ADEMUS y cualquier otra organización sindical puede alegar facultad de representatividad y minimizaron la representación exclusiva de la UTM.

Más aún, esa “legitimación” de ADEMUS en representación de un grupo de trabajadores municipales es tan evidente que el propio intendente Miguel Isa se hizo cargo y está devolviendo aquellos haberes recortados por San Millán y, además, rubricó múltiples convenios en beneficio de los afiliados a esa organización.

Con esos antecedentes y con un lugar de peso dentro de la regional Salta de la CTA que acaba de renovar sus autoridades, ahora Molina espera avanzar sobre el nuevo Convenio Colectivo y lograr que la distribución de los aportes sindicales exceda a la UTM y llegue a las otras organizaciones. Mientras tanto, Pedro Serrudo disfruta de su reciente triunfo sindical. Sabe que por ahora tiene aval para decirle a los municipales “lo tuyo es mío y lo mío es mío”.

Y no es el 1º Mayo

El artículo 132 del Convenio Colectivo recientemente homologado por el Ministerio de Trabajo de la Nación establece que el 8 de noviembre de cada año será celebrado el “Día del Trabajador Municipal” y será asueto para los empleados comunales.

El artículo precedente, el 131, está referido por su parte al polémico “aporte solidario” que beneficia a la UTM en desmedro de los demás agrupamientos gremiales. “Si seguimos así, el día del municipal va terminar siendo a fines de septiembre, el día del cumpleaños de Serrudo”, bromeó al respecto un trabajador con años en la Municipalidad.