Es el único de los funcionarios de Romero que no se travistió políticamente. El único, también, que bancó las operaciones de Durand Cornejo y Aroldo Tonini que desde el mismo espacio trataron de excluirlo. Javier David retuvo su banca y aparece como eje central de la otra oposición a Urtubey. (Gonzalo Teruel) 

Cuando la mayoría dejó de ser “liberal y romerista” y pasó a ser “progresista y urtubeicista” Javier David respiró profundo, tragó bronca, y se fue a un particular destierro en Capital Federal donde colaboró con los equipos técnicos de Mauricio Macri. En unos meses volvió para trabajar en la recomposición de la estructura que había gobernado la provincia durante más de una década pero no tuvo suerte. Muchos, la mayoría, le dieron vuelta la cara y casi no le atendieron el teléfono.

Con Juan Carlos Romero en el Senado de la Nación y despreocupado por su provincia, sólo encontró algo de contención en “los jinetes del apocalipsis romerista”: Raúl Medina, Aroldo Tonini y Guillermo Durand Cornejo. En pocos meses hasta Pablo Kosiner y Walter Wayar también habían saltado el cerco y se habían hecho “urtubeicistas” y “kirchneristas”.

Entonces, a Javier David le tocó pasarla mal. Tuvo que poner la cara y el pecho casi en soledad para aguantar la avanzada de Juan Manuel Urtubey y su gobierno. Por eso la moderada alegría del domingo a la noche. “Estoy feliz por Javier, fue el único que mantuvo la dignidad y no huyó como rata por tirante”, aseguró una ex compañera de gabinete también maltratada y ninguneada en los últimos años.

David obtuvo un dignísimo tercer puesto, detrás del increíble Partido Obrero de Claudio Del Plá y del maltrecho PJ de Manuel Santiago Godoy, y recogió más de 27 mil votos encabezando una lista que podría contar con 2 diputados -si el escrutinio definitivo confirma los muy ajustados resultados por la decima banca- desde el 10 de diciembre en la Legislatura. Le peleó al PJ que con 2 de sus máximos dirigentes, Godoy y Eduardo Abel Ramos, apenas juntó 46 mil votos.

Ya en las PASO el Frente Salteño había avisado: con el 6,16% de los votos se había ubicado detrás del PO pero delante de las principales listas de la interna del PJ que con Godoy llegó al 4,79% y con Ramos al 4,76%, y ahora llegó al 10%.

Javier David no es Durand Cornejo, no es un tractor electoral y de hecho perdió varias elecciones. La última, la del 2011, parecía ser la definitiva pero siguió trabajando y ahora recibió el respaldo de la ciudadanía -tal vez- por haberse mantenido siempre coherente. Desde Diputados y con Medina como alfil en el Concejo Deliberante hizo política y se atrevió a decirle no a varios intentos de acercamiento y cooptación por parte del gobierno. El sofisticado voto salteño que va de izquierda a derecha y de derecha a izquierda sin pruritos lo eligió para que siga ocupando una banca de Diputados y tenga aún mayores aspiraciones en 2015.

El domingo, David no pudo con ese increíble Goliat en el que se ha convertido el Partido Obrero pero le plantó cara a otro gigante: el PJ. No es poca cosa.