La tensa espera hasta la sesión preparatoria que tendrá lugar este domingo llegó a algunos medios nacionales. No sin sorpresa y dando por sobre entendido que en la Cámara baja habrá un cambio en la Presidencia, Clarín publicó en el final de la semana los movimientos para graficar la nueva etapa que se viene en el poder provincial.
Por ello, tituló “Novela política en Salta” en la nota del jueves que acompañó con una foto del senador Mashur Lapad y una reseña de los 24 años que lleva como legislador, junto con las dos décadas en las que ocupó la Vicepresidencia primera de la Cámara alta. El artículo abordó estas negociaciones caracterizándolas como del “realismo mágico” y la calificó como de las mejores del anecdotario político.

Cómo se inició

En esta nota, Clarín recordó que “el pasado 10 de noviembre, Gustavo Sáenz se convirtió en el nuevo gobernador de la provincia: por amplio margen sobre sus rivales, el amigo de Sergio Massa será, al menos por cuatro años, el sucesor de Juan Manuel Urtubey. Allí, también contabilizó que “en la fórmula, Sáenz llevó como candidato a vice a Antonio Oscar ´Gringo´ Marocco, quien ocupará la presidencia del Senado provincial. Y ahí es donde comienza la novela de intrigas que envuelve a la provincia”.
En dicho contexto, se remitió a una “resolución que estableció que el vicepresidente primero ejercería ´la administración y coordinación de la Cámara´, es decir el manejo de cargos y fondos, con lo cual el presidente -el ahora vicegobernador- se limitaría a tocar la campanita para ordenar el debate y no mucho más”.

Cuál era el objetivo

En este artículo del diario metropolitano, se rememoró que el propio Lapad fue el autor de tal normativa. Y lo caracterizó como “un cacique del departamento Rivadavia, el más pobre de Salta, que es senador desde hace 24 años, que es vicepresidente primero de la Cámara Alta desde hace 20 años y que acaba de ser reelegido como senador, por lo que sumará en 2023 casi tres décadas en su banca. Para muchos, es el dueño del Senado”.
Clarín retrató a Lapad como adalid de “la política clientelística, emergente de un electorado de vecinos pobres a los que les consigue algún favor a cambio de su fidelidad en el cuarto oscuro: lo cierto es que el paso del tiempo no lo afecta”. Aunque eso se verá en poco más de 48 horas, cuando la Cámara alta y sus integrantes definan autoridades.