A medida que la crítica situación en el norte salteño parece ir disipándose, ya que al menos no se avizoran nuevos casos de muertes por desnutrición, algunos sectores de la administración provincial parecen forzar algunos límites. El del buen gusto, para comenzar.
En este plano, el Ministerio de Gobierno mantuvo este martes un encuentro con el sector de Pequeñas y Medianas Empresas –mayormente del rubro mercantil- a quienes les anticipó una temporada con mejoras en su facturación. Del encuentro realizado con esta Cámara empresarial, Villada previó la posibilidad de “optimizar el ingreso de fondos de la tarjeta Alimentar” que en los próximos días desembarcará con 65.000 plásticos en Salta.
El funcionario calculó que esto representará una inyección de $ 330 millones mensuales, impulsados por este beneficio a las franjas sociales que a diario boxean con la subsistencia. Claro que tampoco es como para cantar victoria por anticipado, desde el punto de vista de los comerciantes locales, ya que una porción importante de esa masa de dinero podría ir a la facturación de las multinacionales supermercadistas (VEA, Easy o Carrefour).
Lejos de la angustia diaria a la que asiste el Ejército en el paraje El Rosado (departamento Rivadavia), desde su despacho capitalino Villada explicó que “no sólo estamos buscando que la gente elija comprar en los comercios y ferias barriales, sino también que elijan productos alimentarios salteños”, especificó el parte oficial del Gobierno de Salta. Tomá mate.

El precursor de esta senda

Sin embargo, una suerte de precursor en esta línea argumental fue el Secretario de Ambiente provincial, Alejandro Aldazábal, quien este lunes hilvanó una hipótesis hasta ahora nunca vista entre ganadería y desmontes. Además, según el funcionario ya no bastará con respetar las hectáreas en verde graficadas en el Ordenamiento Territorial, sino que habrá que avanzar hasta la superficie tildada en amarillo. También, en nombre de los desnutridos del norte, el bienestar del resto de los salteños de otras latitudes y la codicia del inversor extra provincial.
Sin embargo, este martes el FIT le salió al cruce. La dirigenta capitalina Gabriela Jorge le advirtió al Secretario de Ambiente que esta “solución” propuesta sólo propulsará “un nuevo negociado con la tierra que agravará la crisis del norte salteño”. La ex senadora provincial cuestionó la invocación hecha por Aldazábal a esa extravagante modalidad de “ganadería integrada”, señuelo que incluirá la gravísima situación socio-sanitaria que se vive en el norte salteño.
En contraste, Jorge rememó que esta intentona “deja aún más claro que los negocios capitalistas con el suelo salteño, impulsados por los gobiernos de al menos los últimos 30 años, ha llegado a un límite intolerable”. Y tal vez la legisladora –MC- se queda corta al plantear lo superficial, ya que hay una angurria adicional por esta misma región: la del subsuelo.
Debajo de la capa más visible que tienen los territorios extensos que corresponden a los departamentos San Martín y Rivadavia, la petrolera china High Luck Group es la que pretende quedarse con estos emiratos norteños con el fin de realizar multimillonarias extracciones de crudo. Desde la perspectiva de la compañía oriental, los moradores que en medio de tales penurias hídricas, alimentarias y ambientales deciden seguir viviendo allí, no son más que un estorbo. O dicho en términos más elegantes: deberían ser reubicados.