Tras la renuncia de Kosiner a la presidencia del PJ, pica en punta el nombre de Froilán Pedroza para suplantarlo. El partido acelera su viraje al romerismo ante la posibilidad de una intervención nacional. 

 

En la mañana de hoy circuló la misiva firmada por Pablo Kosiner en la que anunció la dimisión a su cargo de presidente del Partido Justicialista (PJ). En la misma alegó diferencias con la decisión del congreso de dar todo el poder a la Comisión de Acción Política (CAP) para seleccionar candidatos. Ante la imposibilidad de dirimir el asunto en internas, el PJ enfrenta ahora la salida de uno de los hombres de confianza de Juan Manuel Urtubey. 

En su lugar asumirá el ex-presidente de la cámara de diputados Froilán Alberto Pedroza, hombre cercano al romerismo e impulsor de buena parte de las leyes enviadas por el ejecutivo en aquel entonces. Aunque en la mañana también se hizo sentir el nombre de Miguel Ángel Isa, el oriundo de Urundel contaría con cierta ventaja sobre el resto de los consejeros.

Entre los integrantes del partido, no son pocos lo que advierten que la maniobra es la antesala de un lento viraje hacia el romerismo que empalma con las recientes decisiones de la CAP, entendidas como la entrega del poder a un sector del gobierno que llegó de la mano de Juntos por el Cambio. La incógnita que surge en lo inmediato es si dicha apertura incluirá también el ingreso de figuras del bettinismo. Tampoco es desestimable la posibilidad de que la salida de Kosiner traiga aparejados nuevos portazos.

Como sea, el error en el que no puede incurrir Gustavo Sáenz es permitir la dilación del reemplazo en un momento en el que algunas figuras fuertes amagan con presentaciones ante la Justicia Electoral. Desde Buenos Aires siguen de cerca el proceso y más de uno empieza a sentir el aroma de la intervención.