En el hospital de Cafayate se hacen auditorías contables, pero sus resultados se esconden a la ciudadanía sin un motivo aparente. El recambio de autoridades se dio sospechosamente en medio de versiones sobre un faltante millonario.

En marzo de este año, en medio de señalamientos por desmanejos en la gestión del hospital de Cafayate, la provincia ordenó una auditoría en el nosocomio cuyos resultados al día de hoy se desconocen. La nueva gerenta, Valeria Mansilla, junto al personal del hospital Nuestra Señora del Rosario y el senador provincial, Sergio Saldaño, reclaman desde hace tiempo al ministerio de Salud conocer los detalles del informe. 

“La auditoría va a permitir saber qué cosas se hicieron bien, qué cosas se hicieron mal para que podamos avanzar y que la nueva gerente del hospital pueda tener un panorama claro y ver cómo va a ser el rumbo de la salud para nuestros cafayateños”, manifestó la semana pasada el legislador provincial a Multivisión. El pedido se encamina a cumplir seis meses y se materializó en un pedido de informe que el senado remitió al ministro Juan José Esteban. 

«No tenemos ninguna respuesta aún. El ministro Esteban va a tener que dar la cara y dar una respuesta», destacó Saldaño en diálogo con Radio Cafayate. Y fue precisamente en abril de este año que los profesionales se vieron cara a cara con el ministro Esteban y su par de Nación, Carla Vizotti. Al enterarse los trabajadores que los funcionarios no visitarían el nosocomio, se acercaron hasta la escuela Zuviría para entregarles un pedido con algunos reclamos sobre el funcionamiento de la institución.

Un traspaso conveniente

En julio de este año asumió al frente de la gerencia del nosocomio la Licenciada en Trabajo Social, Valeria Mansilla. La profesional ocupa desde entonces el cargo que dejó vacante, quien repentinamente se alejó de la institución para ejercer como cirujano en el hospital Papa Francisco de la Capital salteña. 

Sobre su intempestiva salida hay dos versiones: una que alude a cuestiones personales y que está vinculada a personas cercanas del Dr Carlos Vargas; y otra que apunta a que los resultados de la auditoría realizada en marzo no habrían sido nada positivos. Pero hay quienes suman un grave antecedente de violencia laboral y de género como causante de la renuncia. 

En junio de este año, Norma Montañez, técnica de laboratorio del hospital y delegada de ATSA, falleció por una falla multiorgánica en el Centro Médico Fundación Virgen de Urkupiña luego de dos semanas de internación. El motivo del deceso fue asentado como un coma glucémico tras un pico de stress, pero que se habría generado tras una reunión a la que fue citada por el gerente del nosocomio y en la que tuvo que enfrentar a puertas cerradas nada menos que a un médico a quien había denunciado por violencia de género.

Según informó Cadena 365, el gremio de ATE responsabilizó al ministro Esteban, al gerente del hospital y al médico porteño Aníbal Baeza por el fallecimiento que se habría dado por la violencia ejercida contra ella y la grave negligencia con la que se trató su denuncia.

En la denuncia anterior, el Dr Carlos Vargas no solo no actuó en base a los protocolos, sino que públicamente salió a denostar a la denunciante transgrediendo flagrantemente sus funciones como autoridad sanitaria y ejerciendo una defensa explícita del denunciado.

Tampoco informan a la nueva gerencia

Desde la nueva administración insisten en que los resultados sólo se informaron de manera preliminar e incompleta. Una versión que contradice lo dicho por el ministro Esteban días atrás.

Mientras el estado provincial dilata la remisión de los resultados, pululan versiones sobre faltantes por millones de pesos en el nosocomio. Al ser consultada por Radio Cafayate sobre si los procesos de compra se estaban respetando, la gerente dijo: «En algunos casos si se estaban respetando y en otros casos hay que mejorarlos». Por otro lado, la gerente aseguró que se está trabajando con datos autogestionados al no contar con los datos oficiales de la auditoría realizada en marzo (de la que no se conocen los datos), y comentó que se está realizando un corte administrativo y comercial entre la gestión anterior y la nueva con lo que se estaría comenzando desde cero en el trabajo de administración del hospital.

Al senado, ni pelota

El representante departamental en el senado, Sergio Saldaño, aseguró en este sentido que, a su modo de ver, no hay que empezar de cero, sino saber en qué estado se encuentra. “Hay muchísimas cosas que no se han presentado, hay muchísimas cosas que no se han hecho y que se han hecho y que no hubo una presentación formal de los gastos como corresponde y eso nos tiene muy preocupados”, expresó.

El pedido formal, que data del 7 de julio pasado, requiere al ministerio de Salud el envío de los resultados en un plazo no mayor a cinco días, período que venció hace casi dos meses. Saldaño, en tal sentido, se mostró sorprendido por la demora: «Es llamativo que no den una información que es pública. Los cafayateños necesitamos saber cómo está funcionando nuestro hospital. Siempre digo que el que nada debe nada teme, por eso da a pensar que están queriendo tapar algo», dijo el legislador.