Enfermos tirados en la vereda, durante toda la noche, que buscan conseguir un turno para una revisación que, en muchas ocasiones, se concretará varios meses después. Eso sí: el proyecto del Centro de Convenciones marcha viento en popa.

Lucas Sorrentino

La forma en que brinda servicios el hospital de Cafayate deja mucho que desear. La inoperancia, en este caso, se traduce en un claro destrato a los vecinos que necesitan atención médica en la tierra del buen vino.
Hoy, que tantos sistemas hay, que todo está digitalizado, en Cafayate para sacar el turno para un médico o para que te realicen un estudio, tenés que pasar toda la noche afuera, haciendo cola en la vereda, sentado en el cordón cuneta.
Es como si el hospital no hubiera entrado al nuevo siglo. ¿Tanto costaría una mejor organización, para un municipio con tan pocos habitantes?
Radio Cafayate 95.1 comprobó en la madrugada del viernes pasado que desde las 12 de la  noche ya había cafayateños ganando un lugar para poder conseguir un turno, los que son entregados a partir de las 7 de la mañana. En la madrugada, cerca de las cuatro de la mañana, había más de una cuadra de fila por el tan anhelado turno.
Esta tortura es solo el comienzo
Desvelarse, pasar frío toda la noche y soportar el rocío muchas veces no sirve para nada. Cuando esa ventanilla se abre a las 7 am, muchos se enterarn, recién, al momento de ser atendidos, que el médico o la médica del caso no atiende ese día. Muchos preguntan por qué no avisan, por qué no dejan un papelito en la puerta diciendo que x profesional no irá a trabajar tal día. No hay respuesta. Nadie avisa, en realidad, porque a nadie le importa evitarle esa tortura a un pobre (si alguien tiene plata u obra social, se hace atender por privado, por supuesto).
Esta emisora constató que un padre, que iba a sacar turno para que un pediadra atendiera a su pequeña hija, se durmió varias veces en la vereda: el sueño le ganó de a ratos.
Su situación no era la peor: había otros muy enfermos, llenos de dolencias urgentes, esperando.
El sistema descrito es kafkeano: aquellos que logran la atención del médico tienen que volver a sacar turno durante toda la noche si es que son derivados a algún especialista o si tienen que hacerse un estudio.
La radio indicó que muchas mujeres oyentes de la emisora denunciaron que  el hospital de Cafayate solo da cuatro turnos semanales para mamografía los jueves, aunque en estos días y a raíz de las fuertes quejas, en las últimas horas se habría decidido ampliar a ocho.
Cafayate tiene 6.000 habitantes mujeres. Pero solo hace, como mucho, 32 mamografáis al mes.
Está claro que hace falta inversión y una dirección más humana. La plata, al parecer, está direccionada a otro lado: todos hablan del futuro Centro de Convenciones.

En agosto, el ministro de Turismo y Deportes Mario Peña (H) encabezó en Cafayate el acto en el que se anunció al anteproyecto ganador del concurso Nacional para la construcción del Centro de Convenciones ; el funcionario estuvo acompañado por el intendente Fernando Almeda. Todos chochos. De los que están tirados afuera del hospital nadie habla. 

La última auditoría
La última auditoría realizada al hospital de Cafayate ya daba cuenta de serios problemas, muchos de ellos organizativos: falta de control interno, problemas contables, falta de inventario. Incluso el hospital no se encontraba asegurado (salvo las ambulancias), algo que el informe veía como una grave falencia.
Las horas extras de los profesionales y el cobro como monotributistas no pasaron desapercibidos: muchos profesionales que pertenecen a planta permanente y transitoria de la institución, además eran tratados en calidad de monostributistas para realizar horas de guardia activas y pasivas.
“Se verificó la insuficiencia de profesionales en las siguientes especialidades: anestesistas, neonatólogos, enfermeros pediátricos, técnicos de laboratorio, agentes sanitarios”, dice el informe de 20017.
En ese momento también se constató que el cielorraso utilizado debía cambiarse porque era muy combustible y, como si esto fuera poco, en ese momento no tenía ni matafuegos ni red hidrante.