Las transmisiones del fútbol serán gratis hasta después de las elecciones. El Gobierno acordó con las empresas de TV bonificar los nuevos abonos por 90 días. La gratuidad fue una promesa de campaña que Macri no podrá cumplir.

El fútbol será gratuito hasta noviembre, es decir, hasta después de las elecciones legislativas. El Gobierno arregló con las empresas que tienen el control de la emisión de los encuentros una fórmula que le permite mantener el servicio sin costo para la gente durante los tres primeros meses del próximo campeonato.

Se bonificará por 90 días a todos los que se suscriban al nuevo abono para ver el fútbol, que tendrá un costo mensual de 300 pesos. Aunque nadie del Gobierno lo aceptará públicamente, la decisión tendrá un impacto electoral. Es una jugada de marketing empresarial que esconde un beneficio directo para la Casa Rosada.

Eso sí: puertas adentro de la Casa de Gobierno destacaron que no pondrán un solo peso más. Con la campaña en marcha, mejor no hacer enojar a los potenciales votantes; ésas son cuentas que sacan cerca del presidente Mauricio Macri. Y el fútbol, deporte central en la vida de los argentinos, es una de esas palancas que podrían generar malhumor social.

Es por eso que el Gobierno ya cuenta con el compromiso de Fox y Turner, pero también de Torneos, que hará la producción integral, y de Cablevisión, DirecTV y Telecentro, que pondrán los encuentros en sus grillas de programación, para empezar a cobrar el fútbol el 20 de noviembre -el próximo campeonato comenzará el 20 de agosto-, que así dejará el modelo gratuito instalado con el Fútbol para Todos para transformarse en premium, todo en alta definición.

El Gobierno oficializó en marzo, con la aprobación del pago de 350 millones de pesos a la Asociación del Fútbol Argentino, el final del programa Fútbol para Todos. Ese dinero fue por la «rescisión bilateral» del programa.

Planteado como una herramienta para sanear las economías de los clubes, aunque de entrada se utilizaron las transmisiones como una plataforma de comunicación de los actos de gobierno y para atacar a opositores, la entonces presidenta Cristina Kirchner creó en 2009 el Fútbol para Todos, que le costó al Estado $ 10.178.987.071, casi $ 3,7 millones por día.

A cambio de la televisación, las empresas firmaron un convenio por cinco años en el que le pagarán a la AFA $ 1200 millones como «garantía» y $3200 millones garantizados por temporada. En los cálculos que realizaron las empresas la estimación es que unos 2.000.000 de personas contratarán el servicio para ver fútbol, lo que representan unos 600.000.000 de pesos por mes. Es decir que por estos tres meses bonificados las firmas que controlarán el fútbol dejarían de percibir prácticamente lo mismo que le costaba al Estado la televisación anual.

La gratuidad del fútbol fue una promesa de campaña que el jefe del Estado no podrá cumplir. Cuando finalmente los fanáticos del fútbol tengan que pagar los 300 pesos por mes habrá faltado un año para completar esa propuesta que realizó durante la campaña electoral de 2015.

En la Casa Rosada, igualmente, esto no los preocupa. Es que según sondeos que se realizaron antes de ponerle fin al Fútbol para Todos, sólo dos de cada 10 personas consideraban necesario mantener la gratuidad. «Es el 20 por ciento que siempre está en contra. Haga lo que haga Macri», se defendió uno de los principales colaboradores del Presidente.

Ahora, si bien se trata de la decisión que tomarán empresas privadas, la gratuidad hasta noviembre fue algo que el Gobierno les pidió a los nuevos «dueños» del fútbol argentino y que éstos, gentilmente, les regalarán a Macri y a los amantes del fútbol.

El nuevo plazo concluirá el 20 de noviembre; por el acuerdo entre la Casa Rosada y las firmas televisivas se bonificarán los nuevos abonos hasta el 20 de noviembre

Fuente: La Nación