Activistas de Greenpeace llevaron al gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, un barril con muestras de la contaminación que las empresas petroleras están generando al operar dentro del Parque Nacional Calilegua con permiso provincial.

“Greenpeace está haciendo lo que la Provincia y la Nación no hacen: documentar y mostrar la contaminación petrolera dentro del Parque Nacional Calilegua. Este parque es una maravilla de todos los argentinos que debemos defender”, señaló mediante un parte de prensa Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.

Los ambientalistas documentaron los pasivos ambientales de pozos abandonados por las compañías. “Al llegar al pozo 41 delimitamos el área y utilizamos el protocolo de seguridad adecuado para la toma de muestras de sustancias peligrosas. Tomamos dos muestras, una de contaminación petrolera liquida del pozo abandonado y una muestra de contaminación petrolera sólida de uno de los tachos abandonados junto al pozo”, explicó Giardini.

La organización ambientalista difundió un informe (1) sobre los impactos ambientales de la explotación petrolera dentro del Parque Nacional Calilegua, donde recientemente el gobierno provincial otorgó una concesión para extraer petróleo hasta el año 2037. Durante los primeros 6 años se pretenden realizar 3 nuevas perforaciones.

“Extraer petróleo de un Parque Nacional es muy peligroso e ilegal: viola la Ley de Parques Nacionales, la Ley de Bosques Nativos y la Ley de Hidrocarburos. El gobernador Fellner debe cancelar en forma inmediata la explotación petrolera en Calilegua y realizar, junto al gobierno nacional, la remediación de los pasivos ambientales”, afirmó Giardini.

El informe de Greenpeace señala que el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la empresa petrolera admite que existen riesgos de contaminación por derrames, incendios y derrumbes sobre más de 21 mil hectáreas de selva, una superficie equivalente al tamaño de la Ciudad de Buenos Aires.

El Parque Nacional Calilegua fue creado el 19 de julio de 1979. Es zona núcleo de la Reserva de Biósfera de las Yungas de la UNESCO y protege 76.306 hectáreas de uno de los ambientes de mayor biodiversidad de Argentina. Alberga la mitad de las aves del país y especies en peligro de extinción, como el yaguareté.