65 días de un silencio casi improbable en Córdoba se rompieron este lunes cuando una marcha multitudinaria de recorrió las calles de esta ciudad. Hubo bocinas, saludos y gritos de apoyo por más de una hora en la masiva convocatoria de los profesionales de la salud contra las imputaciones judiciales a dos médicos. Alrededor de 1500 autos y unas 3000 personas participaron de la marcha, que impulsó a la gente a salir de sus casas para aplaudirlos y apoyarlos. Muchos de quienes iban en los vehículos se emocionaron.
Se los acusó de ser presuntos responsables de la propagación del coronavirus en el geriátrico Santa Lucía de Saldán, donde hubo 56 contagios y 11 muertes.
La recorrida empezó en la plaza Colón hasta la puerta de los tribunales, atravesando el centro de la ciudad. Sin discursos. Solo la protesta ante la decisión de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (UFES), que consideró que Lucas Figueroa, que detectó que tenía el virus al hisoparse por decisión propia, y Marcelo Santiago Lázaro, director médico de la institución, incurrieron en la propagación de la enfermedad.
Al primero, se lo acusó de «propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas», de acuerdo con los artículos 45 y 202 del Código Penal. Mientras que al segundo se lo imputó por «propagación culposa de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas». Al dueño del geriátrico, Rafael López Peña, que casualmente es padre de un vocal del Tribunal Superior de Justicia, no se le hizo ninguna imputación.
Los profesionales autoconvocados empezaron a sorprenderse cuando los cordobeses que hoy podían salir a hacer una caminata recreativa se frenaron para apoyarlos. Los alentaron y aplaudieron. Cuando minutos después de las 17 comenzaron a circular los autos, se sumó gente desde los balcones de los edificios céntricos y aparecieron banderas argentinas. Los profesionales respondían desde los autos sacudiendo sus chaquetillas o algún cartel. Nunca dejaron de sonar las bocinas.
«Ni héroes ni asesinos, somos médicos» y “Basta de condenar inocentes» fueron las consignas que aparecieron en los carteles hechos a mano, con fibrones y cartulinas blancas.
Los profesionales designaron a dos colegas para hablar con los medios oficialmente. No era un acto con oradores. Uno de ellos, Raúl Audenino, dijo «nos sorprendimos nosotros mismos con este apoyo y participación. La Justicia podía seguir investigando sin imputar. Mucho más cuando nunca se encontró al paciente cero del geriátrico. Hay un 30% de asintómáticos del Covid-19, cómo hacés para tomar decisiones sobre esa base?».
La movilización se replicó en otras localidades de la provincia, como Río Cuarto, donde el cartel más repetido fue «La salud hace Patria; la Justicia cuarentena», Mina Clavero y Villa María, donde también hubo masivas caravanas de autos.
Hubo otras quejas que estuvieron presentes también, aprovechando la masividad del evento, como los bajos sueldos, respecto de otras prestaciones; el recorte de horas en la Dirección de Especialidades Médicas de la Municipalidad de Córdoba y la escasez de insumos en los hospitales.