En una decisión sin precedentes, el intendente Guillermo Cavigliasso de General Cabrera, Córdoba, tomó medidas drásticas para abordar un problema persistente que afecta la calidad de vida de sus ciudadanos: la contaminación sonora generada por motos con caños de escape ruidosos. Aplaudida, la valiente iniciativa, demuestra un compromiso genuino con el bienestar de la comunidad.

La medida, que prohíbe la circulación de motos con caños de escape considerados ruidosos, no solo busca preservar la tranquilidad de los habitantes de General Cabrera, sino que también tiene un impacto directo en la seguridad vial. Las modificaciones no autorizadas en los caños de escape no solo generan molestias auditivas, sino que también contribuyen a un ambiente propenso a accidentes de tránsito.

La destrucción pública de 41 caños de escape, confiscados a lo largo de 2023, envía un mensaje claro de que las violaciones a estas normativas no serán toleradas. Esta acción ejemplar no solo refuerza la autoridad del municipio, sino que también sirve como una advertencia efectiva para aquellos que buscan evadir las regulaciones existentes.

La jueza de faltas, Nancy Ulagnero, destacó la importancia de mantener la integridad de las normativas de tránsito. Su posición firme de no entregar motos sin el caño de escape original demuestra un compromiso serio con la aplicación de la ley y la seguridad en las carreteras.

Es esencial destacar que esta no es la primera vez que General Cabrera toma medidas enérgicas relacionadas con las motocicletas. La subasta masiva de motos secuestradas el año pasado y la destrucción de aquellas que no estaban en condiciones de volver a la calle subrayan el compromiso continuo del municipio con la regulación del tránsito y la seguridad ciudadana.

Se entiende que algunas personas puedan cuestionar la naturaleza pública y espectacular de la destrucción de los caños de escape mediante un tractor como se puede ver en las imágenes difundidas. Sin embargo, este enfoque tiene un impacto más significativo al llamar la atención sobre el problema y generar conciencia sobre las regulaciones existentes.

En un momento en que la contaminación sonora se ha convertido en una preocupación creciente en muchas comunidades, la iniciativa de General Cabrera debería servir como un ejemplo inspirador para otras jurisdicciones, como en la ciudad de Salta. La lucha contra la contaminación sonora es una responsabilidad compartida, y estas medidas ejemplares demuestran cómo la acción local puede tener un impacto positivo a nivel comunitario.