La Red Puna y Quebrada emitieron un comunicado que desnuda el falso rol de “emprendedor” de Juan Collado, candidato de Macri en Salta. Lo señalan como empresario del agronegocio que compra hilanderías artesanales para lavarse la cara y esconder el daño que hacen a pueblos originarios, campesinos y campesinos. (AR)  

El comunicado empieza de manera concluyente: “Grandes empresarios de la soja y el papel, compraron la tradicional ‘Hilandería’ de Jujuy, metiéndose en el mercado de la fibra de llama,  lana de oveja y de las artesanías”. Para las comunidades, se trata de un grupo de mega empresarios del agronegocio, encabezado por el llamado “Rey de la Soja” Gustavo Grobocopatel, el dueño de Celulosa Argentina y candidato a Gobernador de Salta por el partido PRO de Macri, Juan Manuel Collado, y otros 5 empresarios.

Las comunidades denunciaron que los empresarios compraron hace un par de meses la hilandería de Jujuy, bajo el discurso de “responsabilidad social empresaria” y que para ello se asociaron con una organización local de Abra Pampa que figura como la cara visible de la hilandera, de manera que les permite lavar su cara de depredadores de los bienes naturales. Además de comprar “La Hilandería” y con el discurso “a nosotros nos va bien, queremos ayudar”…., estos empresarios están trabajando en el mercado y comercialización de artesanías y productos culturales de las comunidades, bajo  la marca “Matriarca”, aseguraron los firmantes.

El candidato

Como ya informara este medio, Juan Collado es un típico candidato macrista. Apegado a un discurso desprovisto de contenido busca presentarse de dos maneras claves: como un ser ajeno a los supuestos estragos que la política causa a la sociedad y como un emprendedor social. Este último calificativo está asociado a la denominada Economía Social cuyas lógicas buscan no la maximización del lucro sino de la reproducción de la vida de los miembros de una comunidad previamente excluida del mercado laboral por los estragos que producen en la sociedad los grandes agentes económicos.

De allí que en el comunicado que difundieron la Red Puna y Quebrada resalten que grupos de los que forma parte Collado tienen en al mercado “como único criterio de valor y son acérrimos defensores del modelo agroindustrial exportador, que generó gran concentración de la tierra y el agua para la producción en pocas manos, así como en el mercado de los alimentos. Un modelo agresivo al que sólo importan los beneficios económicos obtenidos en el menor tiempo posible, aunque esto genere desempleo rural, pobreza, migración de las familias campesinas y genere grandes daños ambientales en los suelos, el agua, y pérdida de biodiversidad.  Un modelo agropecuario que ha generado el desalojo de cientos hermanos de pueblos originarios y comunidades campesinas en todo el país, miles hectáreas de desmonte, contaminación, enfermedades, y promueve una agricultura sin campesinos”.

Ne es errada la caracterización que realizan las comunidades. Después de todo, Collado comparte con José Urtubey el directorio de Celulosa Argentina S.A, una mega prensa con casa central en Buenos Aires, una sucursal en Rosario y otra en Bahía Blanca. Firma que interviene en distintas ramas de la economía, como Papel Borealcel que produce papel alcalino para impresión; Forestal, que posee 21.000 hectáreas de pino y eucaliptos ubicadas en Corrientes y otros bosques propios en el Uruguay con los que manufactura productos de eucaliptos; y  que cuenta con distribuidora propia cuya firma más importante es Casa Hutton.

Un documento de la Bolsa de Comercio consultado por este medio, ayuda también a tener una idea sobre las utilidades de la empresa. Lleva la rúbrica del representante legal de la firma y estuvo dirigido a la  Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Allí hacían saber que el Directorio de la Sociedad había aprobado los estados contables correspondientes al periodo de 3 meses finalizado el 31 de agosto de ese 2011. Allí también el directorio del que Juan Manuel Collado y José Urtubey forman parte, informaron que las ventas totales del grupo al 31 de agosto de ese 2011, habían sido de 387,2 millones, lo que representaba un crecimiento del 16% sobre el mismo trimestre del periodo anterior.

La cifra, por supuesto, es inimaginable para cualquier persona que se proclame un “emprendedor” como lo hace Collado para quien los firmantes utilizan el término responsabilidad social empresaria para lavarse la cara y mejorar su imagen. “La única responsabilidad que les conocemos es el daño que han causado a nuestros pueblos, nuestros bosques y montes; y  la generación de la pobreza a cambio de aumentar sus ganancias”. De allí que las comunidades que firman el comunicado enfaticen que el modelo que el modelo Collado “no es compatible con el modelo de la soberanía alimentaria de los pueblos, por eso convocamos a todas nuestras hermanas y hermanos de las comunidades a estar atentos y no dejarnos engañar por nuevos espejitos de colores”.

Y finalizan así: “Nosotros los pueblos, comunidades originarias y campesinas, luchamos por la soberanía alimentaria, un modelo alternativo que plantea otra organización de la producción de alimentos, la distribución de la tierra y el agua, en armonía con el ambiente, con relaciones de equidad y horizontalidad. La Soberanía alimentaria plantea la producción de alimentos como un derecho y no como un negocio; y promueve la defensa de nuestros territorios”.