Dicen los filósofos de la modernidad que la sociedad y el Estado se organizaron a través de un pacto social. Leyendo historia nos enteramos de que ninguna mujer formaba parte de ese pacto. 

Dicen los filósofos de la modernidad que la sociedad y el Estado se organizaron a través de un pacto social. Leyendo historia nos enteramos de que ninguna mujer formaba parte de ese pacto. Los varones poderosos decidieron cuál era su lugar, y su lugar era al servicio de ellos, como colectivo, y al patriarcado como sistema de poder. La reacción de las mujeres a esa exclusión fue el feminismo: desde entonces buscamos la igualdad, pero no la igualdad con los varones en un sistema que nos oprime, sino a través de un cambio profundo en las relaciones de poder. El actual movimiento feminista es potente y diverso y reclama pensar un nuevo pacto ahora con nosotras presentes.

A veces nos dicen que pretender acuerdos explícitos de convivencia y consensos en lo íntimo será el fin del amor y la seducción. Eso sólo es así si la seducción consiste en una aspiración patrimonial del cuerpo y la vida de las mujeres. Es tiempo de diálogo profundo y abierto, porque el nuevo paradigma, el nuevo convivir y el nuevo amar, debemos amasarlo con paciencia entre todes.

Por Diana Maffía. Filósofa.