La audiencia de poco sirvió para aquietar el ánimo de los trabajadores que quedaron impagos y en situación de despido, en una iniciativa minera denominada Lindero y a cargo de la compañía Mansfield. El encuentro propiciado por la Secretaría de Trabajo, a la que invitó a los directivos de esta minera y a los gremialistas de la UOCRA, dejó afuera a los delegados y por ello anunciaron que continuarán con las medidas de fuerza.
El martes pasado, la Secretaria de Trabajo llamó a un cónclave para acercar a las partes y lo hizo de una manera bastante peculiar, ya que estuvieron presentes la patronal de la empresa Mansfield y el gremio de la UOCRA. La pregunta del millón fue ¿Y la representación de los trabajadores? Vaya uno a saber…
El pedido de los trabajadores de la empresa Mansfield es la inmediata reincorporación de los 250 obreros, despedidos sin causas en el mes de marzo.
Días antes de la conciliación y casi con un tono cómplice, Alfredo Batule, titular de la Secretaría de Trabajo, pidió a los delegados una reunión, para conocer “la verdad” sobre estos despidos, según él. Pero una hora después de la reunión, cual Pedro después de la última cena, los negó como delegados legítimos de los obreros, quitándoles cualquier posibilidad de participación en la conciliación, agendada para el martes.
La UOCRA, por su parte, cumplió su papel montando una escena, juntamente con la Secretaría de Trabajo, donde no sólo no estuvo presente la parte afectada sino que legitimaron los despidos. «Desconocemos todo lo que se haya discutido allí porque nos negaron intervenir»? Explicaron los trabajadores en una carta abierta.
Hablamos de obreros mineros, que deberían estar representados por la AOMA (Asociacion de Obreros Mineros Argentinos) que mira para un costado cuando las empresas deciden que 250 obreros ya no son necesarios y no denuncian a las multinacionales que violan sistemáticamente los convenios colectivos de trabajo y las leyes de seguridad y hacen oídos sordos cuando las «Mansfield» les ofrece a los trabajadores echados, individualmente contratos como monotributistas.
Mientras tanto y desde hace más de una semana, los trabajadores de Mansfield que fueron despedidos en marzo, mantienen un acampe en las puertas de la empresa, esperando una toma de conciencia que quizás nunca llegará.