En Salta continúa el plan para desmontar 30.000 hectáreas. El rol de Alejandro Aldazabal queda plasmado con contundencia en la firma a favor del pedido de cambios de uso de suelo en varios proyectos que se concretarán este año. 

Las topadoras siguen encendidas. Durante los meses de enero y febrero, se convocaron a una serie de audiencias públicas (no vinculantes) para habilitar el desmonte en zonas que incluso, en el ordenamiento territorial, tenían color amarillo lo que suponía que era necesario un consenso y un estudio profundo al respecto.

La significativa transformación que implica desmontar 30 mil hectáreas ha dejado en evidencia que la gestión de la secretaria de Ambiente actúa discrecional y de manera unilateral en el tema. ¿Pesan más los intereses de los empresarios agrícolas ganaderos  en relación a las comunidades indígenas?

La respuesta está a la vista. Salta es una provincia agrícola ganadera y el peso político y económico que ejercen estos sectores es tan fuerte que el ex gobernador Romero, previamente a la sanción de la Ley 26.331 de Bosques Nativos, habilitó los desmontes en un periodo de tiempo muy breve de casi 500mil hectáreas; los reclamos fueron tales que el caso llegó a la Corte Suprema.

Urtubey, no hizo las cosas muy diferentes. Firmó los decretos provinciales 2211/10 y 3136/11 que vulneraban toda la norma, permitiendo la re-categorización de grandes extensiones. Cuando la opinión pública y ambientalistas pusieron el grito en el cielo tuvo que dar brazo a torcer, pero el negocio ya estaba hecho.

Actualmente, se pretende seguir con el mismo esquema. Para concretarlo, los sectores pro desmontes colocaron a un hombre que conoce el negocio: Alejandro Aldazabal.

El voraz lobby que ejerce el secretario de Ambiente (ex consultor de grandes firmas como el gigante Cresud) ya no es un secreto a voces. “Es una gran contradicción que haya estado trabajando en la parte privada para empresas que ahora son habilitadas a desmontar”, señaló en diálogo con Cuarto Poder el catedrático e investigador de la Universidad Nacional de Salta, Nahuel Morandini.

“Debería haber un reparo por parte del Gobierno provincial sobre ese punto, si bien se pueden excusar diciendo que fue parte del circuito o previo a su mandato éticamente es cuestionable y observable y no sería la primera vez”, opinó.

Para finalizar dijo que la política de desmontes siempre necesita “un Aldazabal, si no es él será otro, son tan poderosos que imponen nombres y agendas”.

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