Estudios revelan que asignar características femeninas a los asistentes virtuales impacta en su percepción y aceptación, pero plantea dilemas éticos.


En un artículo escrito por Lucía Franco y publicado en El País, se aborda la curiosa elección de asignar género femenino a asistentes virtuales como Siri, Alexa y Cortana. Aunque estos programas ahora están disponibles en voces neutras y masculinas, la tradición de optar por voces femeninas persiste, respaldada por estudios que sugieren una mayor percepción de humanidad y servicio por parte de los usuarios.

La profesora de Marketing ético en la escuela de negocios de Toulouse, Sylvie Boreau, ha dedicado años de investigación a este fenómeno. Su estudio, titulado «El bot más humano: el género femenino aumenta la percepción de humanidad de los bots y la aceptación de la IA», revela que las cualidades humanas positivas, como la capacidad de percibir emociones y ser amable y servicial, se asocian más a las mujeres que a los hombres, influyendo en la preferencia por voces femeninas en los asistentes virtuales.

Boreau destaca que esta elección no está exenta de dilemas éticos. Aunque la asociación con características femeninas puede hacer que los productos parezcan más humanos, también podría conducir a la objetivización de la mujer. Señala que algunos usuarios han utilizado términos despectivos hacia sus asistentes virtuales, y esto plantea preocupaciones éticas sobre cómo se percibe y trata a la inteligencia artificial con características femeninas.

Cristina Aranda, cofundadora de la asociación Mujeres Tech, argumenta que el problema radica en las personas que toman decisiones en la fabricación de estos productos, predominantemente hombres con sesgos de género y culturales. Aranda sugiere que la única manera de cambiar estos estereotipos es aumentar la representación de mujeres en el sector tecnológico.

Martín Piqueras, profesor de OBS Business School y experto en estrategia digital, remonta la elección de voces femeninas en la tecnología a las primeras telefonistas. Explica que la voz femenina generaba confianza y satisfacción en los clientes, lo que llevó a imitar este enfoque en otros servicios al cliente.

Desde la perspectiva de Piqueras, las multinacionales han reconocido que los productos tienen más éxito al incorporar rasgos femeninos. Nancy Salazar, experta en Tecnologías de la información, destaca que históricamente, el género femenino ha estado vinculado con la servidumbre, y estudios como el del profesor Clifford Nass de la Universidad Stanford respaldan la percepción de voces femeninas como auxiliares y las masculinas como dictatoriales.

En última instancia, la elección del género en los asistentes virtuales no solo refleja consideraciones técnicas, sino también aspectos socioculturales que plantean preguntas sobre la igualdad de género y la ética en el diseño de inteligencia artificial.