Bajo el formato «descubriendo talentos», la secretaría de Cultura de Salta ordenó a su personal administrativo generar contenidos creativos y culturales, prescindiendo de cientos de artistas locales que reclaman por políticas de contención. (Por Nicolás Bignante)

Mientras en el micromundo culturoso salteño todavía intentan digerir el chasco del concurso «Cultura te busca. Ponete creativo», nuevas manifestaciones de ninguneo a los artistas salieron a la luz esta semana. Una circular de la secretaría comandada por la ex-coach del «Bailando» Sabrina Sansone a la que accedió Cuarto Poder, da cuenta de la mirada del área sobre el papel de los artistas y de los trabajadores de la cartera.

Bajo el título «Descubriendo los talentos dentro de nuestra secretaría», la Dirección General de Gestión Patrimonial a cargo de la arquitecta María Laura Sansó, convocó a los trabajadores de todas las áreas (Museos, Centro Cultural América, Usina Cultural, Casa de la Cultura, Teatro Provincial, etc.) a desarrollar contenidos creativos y educativos para niños. En otros términos, instó a los empleados de la planta administrativa a laburar de artistas, en un doble combo de ninguneo y precarización.

El mandato de la secretaría consiste en que cada semana, cada director/administrador/responsable, deberá designar a una persona del equipo que lidera, para que desarrolle contenidos educativos y creativos relacionados a la institución donde cumple sus funciones. Los mismos deben estar dirigidos a niños que se dividirán en dos categorías: de 0 a 6 años y de 6 a 11 años.

El empleado devenido en artista que haya tenido la fortuna de ser seleccionado por su superior, deberá presentar en el despacho de la Dirección General de Gestión un podcast en formato video donde exhiba sus facultades para: Narrar historias, bailar, cantar, recitar o hacer títeres (en caso de que no quisiera exponerse).

«Queremos conocer el talento, la capacidad de generar, de desarrollar y de gestionar que posee cada miembro de su equipo!», detalla el paper al que accedió este medio. «Aquella persona designada mediante la ejecución de un podcast en formato video, que puede incluir texto como subtítulos y notas, de una duración de entre 25 y 30 minutos, realizado con los dispositivos que tengan a mano en sus casas (celular, tablet, computadora, etc.) generará contenidos para niños hasta los 11 años», agrega.

Para orientar a los creativos, el texto propone una serie de ejemplos. Se trata de proyectos implementados en los diferentes espacios de Cultura en los últimos 12 años: Libros con ilustraciones para niños, narraciones sobre Martín Miguel de Güemes, clases de alfarería, Talleres de dibujo, videos musicales con piedras sonoras, talleres de reciclado, entre otros.

Entre los lineamientos solicitados figura la conciencia sobre la naturaleza, sus cuidados, la sustentabilidad, el reciclado y el medio ambiente. Todo esto «pensando en la calidad de recursos humanos con el que contamos dentro de la Secretaría de Cultura de Salta y esperando que cada institución a cargo de Uds. ponga en valor la creatividad que hay en las individualidades dentro del equipo, aportando con su creatividad, capacidad de ayuda, de pensamiento crítico, de conciencia. RE VALORIZANDO lo que sí tenemos, que es capacidad de generar y producir desde cada una de nuestras casas», añade.

Lo que podría interpretarse como un mero certamen de talentos dirigido a incentivar al personal administrativo, se da en el peor de los contextos. El colectivo de artistas y trabajadores de la cultura viene expresando su profunda preocupación ante la imposibilidad de generar ingresos, producto del aislamiento obligatorio. La ausencia de espacios y alternativas para desarrollar sus actividades es una realidad que choca de frente con las decisiones de la secretaría a cargo de Sansone.

Entre los propósitos del llamado puede leerse: «aportar al desarrollo de actividades artísticas y culturales dentro del marco de emergencia sanitaria generada por la pandemia del COVID 19 y en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Decreto 297/2020». Demás está decir que, en el contexto actual, la misiva representa mayor precarización para los empleados del sector, además de un monumental ninguneo a la tarea de artistas, talleristas y creativos que aportaron durante años al desarrollo cultural de la provincia.

En Salta operan unas 70 asociaciones que aglutinan a prestadores de bienes y servicios culturales. Días atrás, algunas de ellas manifestaron su indignación tras conocerse el llamado de la secretaría a «ponerse creativos» y concursar mediante videos caseros por el acceso a los escenarios públicos. En concreto, el certamen «Cultura te busca», cuyas inscripciones finalizan el próximo martes, propone una riña entre artistas de todas las ramas por el uso gratuito de la sala Juan Carlos Dávalos de la Casa de la Cultura y del Teatro de la Usina Cultural. Como segundo premio ofrece «pases libres» a todos los museos, ensayos generales y presentaciones de la secretaría de cultura durante un año.

La agitación de competencias entre trabajadores de la cultura no es un fenómeno nuevo y suele materializarse en degradantes «concursos de bandas» o de talentos; pero la exigüidad de recursos en juego en este caso no tiene antecedentes recientes. Lo que debería ser un derecho de cualquier artista por el sólo hecho de sostener impositivamente (y como cualquier ciudadano) semejante estructura estatal, se presenta en el concurso como objeto de pugna y propicia compulsas absurdas e innecesarias.

El planteo de los artistas fue tajante: No hay comida, ni seguro médico, ni posibilidad de afrontar el pago de servicios e impuestos. La actividad cultural se encamina a ser una de las últimas en reactivarse cuando el distanciamiento social se flexibilice. Familias enteras sin ingresos se ven obligadas a exponerse ante la ausencia de asignaciones directas y la única idea que se desprende de los gerenciadores de la cultura local, es un concurso de videos caseros. Todo para acceder a espacios que deberían ser más públicos que nunca considerando el marco y la coyuntura actual. Según parece, la administración de escenarios y salas concebida como «gauchada» a los artistas, es una tradición extendida en el estado independientemente de en qué ministerio se enmarque la gestión cultural.