La secretaria de Cultura necesita, urgente, un amigo que le aconseje dejar de subir mensajes a sus redes.

Mientras no para de recibir críticas y horas después de pegar el faltazo a la conciliación obligatoria con los músicos de la sinfónica, a quienes había insultado ad nauseam, la secretaria de Cultura posteó una foto de playa. Debe ser de sus vacaciones recientes. Y acompañó la imagen con esta frase: «Del cajón de los recuerdos. Se extraña la libertad del ser sin tantas presiones! Buscando el agua para sanar! FALTA MENOS PARA VOLVER. Y metió todos estos hashtags: #sinfiltro #somosloquesomos #meamo #graciasvida #graciasgraciasgracias.

Si no quiere presiones, pues no debería ser funcionaria. Se le paga para administrar esas presiones y tomar decisiones.

Pd: el hashtag «me amo» es tristísimo: al final tenemos una secretaria de cultura que solo postea frases de autoayuda.

¿El posteo también deja intuir una renuncia?

Lo bueno: el próximo secretario o secretaria de cultura la tendrá fácil. Le dejan la vara tan baja, que alcanzará con no subir un video desde la cama para superar la gestión de Sansone.